¿Pueden ayudar los suplementos de proteínas ante la pérdida de masa muscular con la edad?

La sarcopenia es una enfermedad que se caracteriza por la progresiva pérdida de masa muscular y afecta de forma más significativa a mujeres de mediana y avanzada edad. Según un artículo publicado por la Universidad de Harvard, esta afección puede influir directamente en la movilidad y la calidad de vida, incrementando el riesgo de fragilidad y de sufrir alguna discapacidad con el paso de los años. "Los adultos que no realizan entrenamiento de fuerza con regularidad pueden perder entre 4 y 6 libras [entre 1,8 y 2,7 kilos, aproximadamente] de masa muscular por década", explica el estudio.

De esta forma, el envejecimiento, sumado a la falta de actividad física regular, contribuye a una disminución progresiva de la masa muscular. El artículo resalta que, para combatir la sarcopenia, es fundamental mantener una dieta rica en proteínas y combinarla con entrenamiento de resistencia. De hecho, muchos adultos no alcanzan la cantidad necesaria de proteínas diarias, lo que dificulta el desarrollo y mantenimiento de la musculatura.

Por ello, los suplementos de proteínas se han convertido en una opción muy popular para suplir esta falta. Estos productos, como los polvos de suero de leche, son fáciles de incorporar en batidos o comidas. Una investigación publicada en la revista 'Gerokomos', perteneciente a la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica, señalaba que este tipo de sustancias pueden usarse para prevenir y tratar la sarcopenia.

Según este análisis, la combinación de proteínas de alto valor biológico, como la leucina y el β-hidroxi-β-metilbutirato (HMB), junto con el ejercicio de resistencia, puede ser eficaz para incrementar la masa y fuerza muscular en adultos de edad avanzada. Sin embargo, Harvard advierte que el consumo excesivo de este tipo de aditivos alimentarios puede ser perjudicial, especialmente para personas con problemas renales previos.

Además de los suplementos proteicos de los que hablamos, los expertos insisten en la importancia de distribuir el consumo de proteínas a lo largo del día. Para ello, lo ideal es incluir alimentos ricos en proteínas en cada comida, de forma que se maximice su absorción y puedan aprovecharse todos sus beneficios.

Tanto las investigaciones recogidas en la publicación de la Universidad de Harvard como la señalada por Gerokomos, lo aconsejable es una combinación de dieta con proporciones adecuadas de alimentos ricos en proteínas, y la práctica de ejercicios de resistencia. Este método no solo mejora la fuerza y la funcionalidad, sino que también reduce el riesgo de caídas y dependencia en personas mayores.

En cualquier caso, si tienes dudas sobre si este tipo de productos son adecuados, lo mejor es que acudas directamente a un profesional de la salud para que te ayude a resolver todas estas cuestiones, concretándolas de acuerdo a tu situación.