Cómo activar la hormona de la saciedad, según Sandra Moñino
Si sientes que no puedes controlar el hambre, aquí van algunos tips que la nutricionista nos da para que podamos sentirnos más saciados
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Seguro que te resulta familiar esa sensación de no tener hambre, pero querer seguir comiendo porque te atrae lo que estás viendo. No es algo raro, es un fenómeno muy común que muchas personas experimentan y que se puede solucionar.
La experta en nutrición Sandra Moñino ha explicado en 'Saber Vivir' una manera sencilla y efectiva de ponerle freno, activando la llamada hormona de la saciedad, la leptina, que nos ayuda a evitar los excesos.
¿Y cómo activamos dicha hormona? Moñino nos da la clave: tomarse el tiempo necesario para comer, unos 20 minutos. Comer despacio, masticar bien los alimentos y dejar los cubiertos sobre la mesa entre bocados son gestos muy importantes para que nuestro cuerpo registre todo el proceso y envíe señales de saciedad al cerebro.
De esta forma, activamos la leptina, encargada de indicarnos que ya hemos comido lo suficiente. Además, también reducimos la producción de grelina, la hormona del hambre, que es la que nos hace sentir que no hemos comido lo necesario.
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Otro de los temas que ha abordado recientemente, como experta en nutrición, está relacionado con la ansiedad por la comida, tanto dulce como salada. Uno de los factores que más influyen en dicha ansiedad tiene que ver con la conexión entre el cerebro y el intestino.
Según explica Moñino, nuestra dieta es fundamental, y para ello menciona las bacterias que habitan en nuestro intestino. Tenemos algunas que son buenas, pero también hay otras dañinas. Si seguimos dietas proinflamatorias, hacemos que estas últimas proliferen, generando inflamación o digestiones pesadas, entre otros problemas. También provocan que dichas bacterias envíen señales al cerebro para que sigamos comiendo.
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Para reducir esta ansiedad, podemos empezar, como indica la experta, por una alimentación antiinflamatoria. También hay otros hábitos del día a día que pueden ser clave, como la meditación. Para Moñino, es una herramienta imprescindible para disminuir la ansiedad por comer.
Otro consejo extra que nos ofrece tiene que ver con lo que conocemos como hambre emocional. Tomarse un tiempo para identificar qué emociones desencadenan los impulsos por la comida puede ayudarnos a mejorar nuestra relación con ella.
Además, explica la relación entre nuestra autoestima y la alimentación. La forma en la que nos hablamos y tratamos puede ayudarnos a encontrar el camino hacia una alimentación más equilibrada. Todo pasa por vernos y cuidarnos de una forma más positiva.
Si bien los consejos de Moñino son herramientas muy valiosas, siempre debemos tener en cuenta que solo nuestro especialista de salud puede ofrecernos la información más adecuada a nuestras necesidades.
Seguro que te resulta familiar esa sensación de no tener hambre, pero querer seguir comiendo porque te atrae lo que estás viendo. No es algo raro, es un fenómeno muy común que muchas personas experimentan y que se puede solucionar.