¿Te responde mal tu hijo? El método de Álvaro Bilbao para resolverlo sin dramas

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El neuropsicólogo y autor, muy conocido por su enfoque práctico y empático sobre la crianza, ha compartido recientemente en Instagram una estrategia para esos momentos en los que los hijos responden de forma brusca o negativa. En su relato, Álvaro Bilbao utiliza como ejemplo una situación en la que aparentemente su hija pequeña le contestó con un tono molesto, algo que muchos padres experimentan en casa o fuera de ella.

En este caso, en lugar de reprenderla de inmediato o imponer una norma estricta, el creador de contenido ha optado por un enfoque de escucha y reflexión conjunta, mostrando cómo manejar estos momentos desde la empatía y la comprensión. Cuando su hija le contestó de manera brusca, Bilbao le ha preguntado suavemente si algo la molestaba, a lo que ella respondió: “No lo sé”.

Sin mostrar enojo ni perder la calma, el experto ha seguido con una serie de preguntas que no solo buscaban comprender el motivo del enfado de su hija, sino también ayudarla a explorar sus emociones. Por ejemplo, le ha preguntado si se sentía frustrada por alguna interacción con sus hermanos, por algún comentario de sus padres, o incluso por el exceso de actividades durante el fin de semana.

Finalmente, la niña ha expresado que se sentía cansada y prefería haber tenido un día tranquilo en casa. Con esta pequeña investigación compartida, Bilbao ha logrado ayudar a su hija a entender que, en ocasiones, el cansancio o la frustración pueden hacer que reaccionemos mal con quienes tenemos cerca. Sin imponer su punto de vista, le ha explicado que todos necesitamos tiempo de descanso y que es natural sentirse frustrado cuando no controlamos el ritmo de nuestras actividades.

En concreto, a través de esta interacción, ambos han llegado a un acuerdo: la próxima vez que la pequeña se sintiera molesta sin motivo claro, podría decirle a su padre que estaba enfadada sin saber por qué. De este modo, Bilbao considera que esta estrategia evita crear una distancia emocional con los hijos o imponer la autoridad desde el enfado, favoreciendo, en cambio, una conexión que facilita el entendimiento y el aprendizaje mutuo.