Ni 12.000 ni 20.000: este es el número de pasos hay que dar al día para mantenerse en forma después de los 45
Contarlo por tiempo también es una buena opción si no queremos contar los pasos
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A lo largo de nuestra vida, mantener la forma física es esencial para poder cuidar nuestro cuerpo a largo plazo. Al igual que de la misma forma, el “mens sana in corpore sano” adquiere valor a medida que el cuidado de nuestra salud mental es primordial. Realmente, van de la mano más de lo que creemos.
Al practicar deporte, o hacer algún tipo de ejercicio físico, nuestro cuerpo libera toxinas y genera dopamina, endorfinas, serotonina y adrenalina que ayudan a mejorar indirectamente el estado emocional en el que se encuentra nuestro cuerpo atrapado. Investigaciones recientes demuestran que el ejercicio regular, incluso en cantidades modestas, es efectivo para aumentar el volumen cerebral, mejorar la memoria y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas. Más allá de sus beneficios cognitivos, la actividad física moderada también contribuye a la prolongación de la vida y a mejores resultados de salud generales.
Aunque, si ir al gimnasio o practicar un deporte no es una prioridad, hay algo que sí lo es: caminar. La respuesta es clara, no necesitas un número de pasos en concreto, pero sí un mínimo. El Doctor William Wallace asegura que caminar alrededor de 20 minutos al día ha demostrado mejorar el control cognitivo de la atención, del procesamiento de la información y la lectura.
O, incluso caminar regularmente ha demostrado tener impactos muy poderosos en la estructura y la función del cerebro, asegura que “andar tan solo 4.000 pasos diarios se ha relacionado con el mayor aumento de volumen del cerebro (de materia gris y blanca). Por lo que, caminar 40 minutos, tres veces por semana, durante un año ha demostrado aumentar el volumen del hipocampo en un 2% y mejoró la memoria” revirtiendo efectivamente 1-2 años de atrofia relacionada con la edad y mejorando el rendimiento de la memoria espacial de aquellos quienes lo han puesto en práctica.
Otro estudio más reciente sugiere que los niveles de actividad equivalentes a caminar poco menos de 3 horas diarias para las poblaciones menos activas podrían prolongar la vida útil en 11 años en promedio. Incluso caminar es una intervención accesible y no farmacológica para promover la salud cerebral, reducir el riesgo de enfermedad y mejorar la longevidad.
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Por otro lado, la OMS ni si quiera ponen el foco en la cantidad diaria de pasos que debe dar una persona, sino en el tiempo de actividad física, adaptándolo a la edad de cada persona. De este modo, establecen que adultos de 18 a 64 años deben realizar semanalmente “actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos”.
Así que lo ideal, no es fijarse en la cantidad de pasos, sino en mantenerse activo durante el día, beber suficiente agua y nutrirse de forma coherente y según las necesidades de cada persona, siempre con la ayuda de un profesional que guíe las preferencias de cada uno.
A lo largo de nuestra vida, mantener la forma física es esencial para poder cuidar nuestro cuerpo a largo plazo. Al igual que de la misma forma, el “mens sana in corpore sano” adquiere valor a medida que el cuidado de nuestra salud mental es primordial. Realmente, van de la mano más de lo que creemos.