Blanca García-Orea, nutricionista digestiva: "Con este "chupito" antiinflamatorio vas a mejorar tu digestión, picos de glucosa y la saciedad en tus comidas"
Un pequeño gesto diario puede marcar la diferencia en cómo te sientes tras cada comida. Esta pauta práctica y accesible propone cuidar tu digestión siempre con supervisión médica
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Cada vez más personas buscan fórmulas sencillas y naturales para mejorar la digestión y controlar el apetito. Entre las opciones que más interés despiertan está un “chupito” casero a base de vinagre sin filtrar. Su preparación es accesible y sus beneficios, según quienes lo promueven, bastante notables.
La nutricionista digestiva Blanca García-Orea Haro compartió este consejo en su perfil de Instagram, donde suele ofrecer otros consejos y contenidos relacionados con la salud. Según explica, esta mezcla puede ayudar a regular los niveles de glucosa tras las comidas, mejorar la digestión y favorecer una mayor saciedad durante el día.
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Se prepara diluyendo una cucharada de vinagre sin filtrar en medio vaso de agua. La experta recomienda tomarlo justo antes de una comida, una o dos veces al día. Para la mayoría de personas, con una sola toma diaria sería suficiente para notar efectos beneficiosos.
Entre los beneficios que destaca la nutricionista, se encuentra su capacidad para estabilizar los picos de glucosa. Esto ayuda a evitar subidas bruscas tras comer y a mantener el apetito más controlado. Además, el vinagre sin filtrar aporta bacterias buenas con efecto probiótico.
La experta también resalta que mejora la absorción de minerales como el hierro. Acidifica el estómago, lo que favorece una digestión más eficiente. A ello se suman sus propiedades antioxidantes, antimicrobianas y su papel como conservante natural, según detalla.
Otro aspecto clave es la presencia de ácido butírico, un compuesto que alimenta las células del intestino. Esto, explica la profesional, mejora la permeabilidad intestinal y reduce la inflamación. También contribuye al buen estado de la microbiota digestiva.
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No obstante, García-Orea advierte que no es apto para todos los casos. Desaconseja su consumo si se padecen úlceras gástricas, gastritis eosinofílica, reflujo severo, histamina elevada o niveles bajos de potasio en sangre. En estos casos, puede ser contraproducente.
Y aunque es una práctica fácil de incorporar, conviene recordar que no todas las personas responden igual. Antes de incluir este hábito en la rutina diaria, especialmente si existen patologías previas, lo más recomendable es consultarlo con un especialista en salud.
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