La Reina, Telma Ortiz y Del Burgo pasan 48 horas en palacio limando asperezas

Varios días después del 42 cumpleaños de la Reina Letizia (15 de septiembre), continúan saliendo a la luz detalles de la celebración hasta ahora desconocidos. Sorprendió la presencia de su hermana Telma y el esposo de ésta, Jaime del Burgo, en palacio aquel día. La relación de Letizia con ambos se ha ido resintiendo con el paso de los años. Sin embargo, hermana y cuñado asistieron a los fastos íntimos del aniversario real. Pero esa invitación se cursó a última hora y de forma casi improvisada. Según ha podido confirmar Vanitatis de fuentes cercanas al matrimonio, Telma y Jaime tenían previsto un viaje a Pamplona para esas fechas, por lo que no figuraba en su agenda ninguna cita en palacio. Sin embargo, a última hora cancelaron sus planes para pasar dos días en Zarzuela junto a la Reina. Dos días en los que recuperar el tiempo perdido.

El acercamiento entre la reina Letizia y su hermana se fraguó el pasado 13 de septiembre en la intimidad. Hacía meses que se había producido cierto distanciamiento entre ellas y por consiguiente entre Doña Letizia y Jaime del Burgo, en otro tiempo amigo y confidente. Ni siquiera Telma tenía claro que ese fin de semana iba a ser una de las invitadas al cumpleaños de la Reina. Por ese motivo ella y su marido habían trazado otros planes.

El matrimonio tenía proyectada una escapada a Pamplona en compañía de la pequeña Amanda, hija de Telma con el cooperante Enrique Martín Llop. Para ello habían reservado billetes con bastante tiempo de antelación. Telma y su hija tenían previsto coger un vuelo desde Madrid el viernes por la tarde y regresar a la capital el domingo a las tres de la tarde.

La estancia en Pamplona no sólo le serviría al matrimonio para reencontrarse, ya que Jaime reside la mayor parte del tiempo en Londres y Telma en Barcelona, sino que iba a ser una ocasión perfecta para recordar su boda, celebrada en mayo del año 2012. El matrimonio tenía reservadas dos noches en el Castillo de Gorraiz, el mismo lugar en el que se sirvió el banquete nupcial tras el sí quiero en el cercano monasterio de Leire. El establecimiento, un majestuoso palacio situado a cuatro kilómetros de Pamplona (con un precio de 300 euros la noche) es uno de los preferidos de Jaime del Burgo.

Dos días juntas

Sin embargo, a última hora, una comunicación entre hermanas dio al traste con este viaje y obligó a Telma a cambiar su destino y quedarse en Madrid, donde sólo pensaba pasar unas horas, el tiempo necesario para hacer escala entre Barcelona y Pamplona.

Durante 48 horas, ella y su marido permanecieron en palacio junto a los Reyes, posiblemente limando asperezas y malos entendidos. El domingo por la tarde, Telma volaba junto a su hija a Barcelona, donde la niña comenzaba el curso escolar, y Jaime hacía lo propio hacia Londres después de disfrutar de un fin de semana que no entraba en sus planes.