El día que el príncipe Carlos recibió una paliza de sus amigos por venganza

Cuando alguien goza de una buena buena vida le dicen que "vive como un rey". A menudo se cree que la realeza disfruta de unos privilegios que el resto de plebeyos no poseen y eso les convierte en personas más afortunadas. Sin embargo, tener sangre azul también tiene su parte negativa y si no, que se lo digan al príncipe Carlos de Inglaterra, que aún recuerda la paliza que le dieron unos compañeros solo por ser hijo de la reina Isabel II.

El desagradable incidente, que ha permanecido oculto hasta la fecha, tuvo lugar en 1966, cuando el príncipe solo tenía 17 años. Según relata uno de los agresores al diario 'Daily Mail', Carlos no fue precisamente bien recibido en el internado de Gordonstoun. Durante un partido de rugby, uno de sus compañeros quería darle una buena lección al príncipe y tras un forcejeo terminó rompiéndole la nariz. “Queríamos demostrarle a Carlos que no era mejor que otros solo porque él era noble”, se justifica Graham Hadley, uno de los testigos, en la citada publicación.

Tras el puñetazo, los escoltas que custodiaban al joven príncipe acudieron a socorrerle y a atacar a su agresor. Sin embargo, Carlos les pidió que se quedaran quietos: quería solucionar el problema por sí mismo para evitar que siguiera creciendo el resentimiento que había contra él en el internado. Parece que lo consiguió porque el heredero al trono británico no volvió a ser agredido. Al menos que se sepa.

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