La reinvención de Juan José Padilla en México: el torero nos cuenta su nuevo proyecto

Este mes de febrero, el torero Juan José Padilla pone rumbo a México. Un proyecto taurino original en el que se convertirá en director artístico del Centro de Alto Rendimiento Taurino de Guadalajara (CACRT). Esta nueva aventura le ha hecho volver a estar en activo tras su retirada en 2018. La sede del CART está en la ganadería de Pablo Moreno, en el municipio de Zapopan en Jalisco.

El diestro abandonó los ruedos, tras 25 años como matador, a consecuencia de las secuelas de la cornada que sufrió en Zaragoza en el 2011. Ha pasado por el quirófano en más de veinte ocasiones, pero confirma a Vanitatis que debe volver a hacerlo por un problema de vértigos: “Nunca me ha gustado la autocompasión. Como sigo recuperándome, no puedo ponerme ante una becerra aún aunque siento que tengo un compromiso con mi profesión. No puedo estarme quieto, y a pesar de que aún estoy convaleciente, porque arrastro secuelas y debo pasar por el quirófano, no he podido decir que no. Estaremos conviviendo durante 60 días con 60 chavales que han sido seleccionados entre 150 aspirantes de todo el mundo: España, Portugal, Ecuador, Venezuela, México… Esto no es una escuela taurina, aunque yo provengo de la de Cádiz, porque lo que haremos será una preparación intensiva respetando la identidad de cada novillero”.

La idea de este encuentro parte de la empresa internacional Casa Toreros. De los 60 jóvenes convocados, se irán haciendo eliminatorias a partir de la cuarta semana y quedarán 6, que serán premiados con novilladas por todo el mundo y traje de luces, entre otras cosas. Los empresarios Pablo Moreno y Juan Pablo Corona han querido, de esta manera, incentivar al futuro de la fiesta nacional y pensaron en Padilla como la persona idónea para dirigir el centro.

“No solo habrá un entrenamiento físico intensivo. Los chavales tendrán videoconferencias con matadores como Alejandro Talavante o Andrés Roca Rey, que ha regalado un traje de luces para los finalistas… En estos momentos tan complicados para la Fiesta esta experiencia será esencial”.

Los primeros pasos

Padilla recuerda que también él tuvo unos inicios muy complicados. Su padre era panadero y él le ayudaba, así que se ganó el sobrenombre del Panaderito e incluso llegó a anunciarse así en alguna novillada. Recuerda cómo las entonces figuras destacadas del toreo le echaron una mano: “Entonces las figuras eran muy competitivas y tenían mucha exigencia con nosotros, pero también recuerdo su generosidad y la sensibilidad con los chavales. Con Rafael Ortega llegué a convivir en su casa: me acogió como parte de su familia. También José María Manzanares o Dámaso González, que una vez le dio dinero a un chaval para que se comprara unos pantalones que le había roto una becerra en un tentadero”.

De Paquirri, al que conoció mucho también, recuerda su lema: “Aprende a ser yunque para cuando seas martillo”. Él me obligaba a salir de rodillas para que aprendiera. A veces salía bien y otras… se aprendía. Tenía una forma física de atleta y era un hombre muy cariñoso con los chavales. Tampoco puedo olvidarme del Soro, Espartaco o Paco Ojeda”.

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Juanra López

Padilla viajará a finales de mes para comenzar a trabajar con los chicos el 1 de marzo, durante dos meses intensivos: “Les voy a contar mi experiencia aunque delante de un toro no puedo ponerme. Tengo problemas de vértigo y equilibrio. El doctor García Perla y el doctor Esteban se encargan de hacerme el seguimiento y tendré que pasar por el quirófano otra vez para reconstruir los nervios de la lengua y por el oído y los problemas de equilibrio”.