De la foto de góticas al 'coitus interruptus' como 'youtuber': los desastres mediáticos de las hijas de ZP

Septiembre de 2009. Se celebra una Asamblea General de Naciones Unidas y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York es el escenario en el que se encuentran José Luis Rodríguez Zapatero, entonces presidente de nuestro Gobierno, y Barack Obama. Las hijas del presidente español se disponen a posar, de la forma más ingenua, en una foto al lado del matrimonio Obama y con sus padres, Zapatero y Sonsoles Espinosa. La web del presidente de la Casa Blanca ofrece, como hace con el resto de invitados, la fotografía que muestra a las dos familias unidas. Zapatero se da cuenta del desaguisado y de la publicidad negativa que eso puede suponer para sus hijas, entonces menores de edad, pero ya es tarde para que Moncloa detenga, en plena era de Internet, la difusión de las imágenes. Para cuando se intenta poner remedio a las habladurías, el 'look' gótico de las hijas de ZP ya ha sido lo suficientemente utilizado en memes y redes sociales, y las bromas visuales de todo tipo ya no se pueden evitar. Desde aquel recordado momento hasta la difusión del vídeo que Alba, una de las dos hijas de Zapatero, ha publicado estos días en YouTube, sembrando de nuevo la (involuntaria) polémica, han pasado seis años y, entre medias, se han sucedido una serie de desaguisados que han convertido a las hijas de Zapatero en dos personajes populares muy a su pesar.

A sus 19 años, Alba estudia Artes Escénicas en la Universidad Europea de Madrid y esa fue la razón que la llevó a publicar, estos días, un vídeo en Internet en el que mostraba su talento interpretativo recurriendo a todo tipo de gestos y recursos dramáticos. En la grabación, Alba mostraba toda una galería de emociones, pero, como la experiencia es un grado, debió pensar mejor la repercusión que podía tener y enseguida lo acabó eliminando. Aunque la joven ha tratado de mantener su anonimato siempre que ha podido, pocas son las veces en las que ha podido conseguirlo.

Hace unos meses, este medio publicaba que había ejercido de azafata en su facultad para que las casi 15.000 personas que experimentaban su graduación el pasado 2 de julio pudiesen disfrutar de la jornada con total normalidad. El hecho, de lo más trivial, no pasó desapercibido para la prensa. Según contaban a este portal los habituales del centro, Alba es una joven "sencilla y algo tímida, muy responsable y con aspecto de buena chica".

Ese carácter apacible no ha evitado que aparezca una y otra vez en los medios de comunicación. Sorprendente fue también aquella ocasión en la que se dijo que perseguía a los famosos cámara en mano, haciendo uso de sus prácticas como estudiante de un grado medio en la Escuela Superior de Comunicación, Imagen y Sonido. Ocurría en enero, cuando la joven se acreditó para cubrir el 'photocall' de la 'première' de 'No llores, vuela', que se celebraba en el hotel Ritz de Madrid con la presencia de su protagonista, Jennifer Connelly. Un hecho que sería trivial en el caso de protagonizarlo cualquier joven, pero no cuando esa joven es hija de Rodríguez Zapatero.

Laura, 'relaciones públicas' de discoteca

El trabajo de azafata por un día debe ser lo más positivo que se ha publicado acerca de la chica. Su hermana mayor, Laura, no ha tenido mejor suerte. En 2014, era ella la que protagonizaba noticias y titulares. ¿El motivo? Unas fotografías en las que se podía ver a la joven en la entrada de la discoteca Kapital hablando con sus responsables y que revelaban que mantenía con ellos una relación laboral. “Están circulando unas fotografías de la hija de Zapatero en la puerta de la discoteca Kapital. Parece que trabaja allí los fines de semana. Algunos dicen que de relaciones públicas, pero tengo la sensación que es otra cosa”, informaba una fuente a este portal en febrero de ese año. En realidad, hacía prácticas con las luces del local.

Lo cierto es que Laura siempre fue la más rebelde de las dos jóvenes. Muy parecida a su madre físicamente, las publicaciones sobre ella ganaron en polémica a las de su hermana. Para muestra, un botón: en su momento se llegó a publicar que se había independizado y había abandonado la Moncloa mientras toda su familia habitaba el edificio presidencial. Se dijo también que se había trasladado a una “especie de comuna” y que tenía un novio marroquí estudiante de filología con el que aparecía en unas fotografías que circulaban por la red, algo que el propio matrimonio Zapatero-Espinosa tuvo que desmentir.

Artistas y diferentes

Informaciones aparte, lo que evidenció el 'look' gótico de Laura, que tiene 22 años, y de Alba, que cuenta 19, es el carácter diferente de las dos; sus personalidades a “contracorriente”, tal y como apuntaban algunos de los compañeros de universidad de ambas. Tanto Laura como Alba poseen una marcada vena creativa, se dedican a las tecnologías audiovisuales y han enfocado sus rumbos profesionales hacia el mundo de la comunicación. Si Alba hizo las veces de 'paparazzi' con la mismísima Jennifer Connelly, Alba tuvo su primera incursión en los medios gracias a la cadena Real Madrid Televisión, en la que trabajó como becaria de producción.

Quizá haya sido esa peculiaridad del diferente la que las ha llevado de cabeza a los medios de comunicación y a esas tribunas de lo excéntrico llamadas redes sociales mientras intentan, como cualquier joven de su edad, encauzar la larga vida que les queda por delante.

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