La trucha, joya de los fiordos noruegos
La trucha del fiordo, es un pescado único en el mundo, de un tamaño mucho mayor y de un sabor más pronunciado
La trucha del fiordo, es un pescado único en el mundo, de un tamaño mucho mayor y de un sabor más pronunciado que el de su pariente, la trucha común que estamos habituados a ver en los ríos del continente europeo. Es una de las joyas gastronómicas ocultas y más desconocidas, que se crían y esconden en las aguas de los fiordos de Noruega. La especial composición de sus aguas en las que se funden las que proceden del deshielo de los glaciares y de la nieve, junto con el agua salina procedente del mar, producen unos extraordinarios ejemplares de aproximadamente 5 kilos cada pieza.
La trucha del fiordo se cría en un entorno que no se da en ningún otro ecosistema del mundo y en el que gracias a las aguas frías y cristalinas en la que salinidad se ve rebajada por otras más dulces provenientes del torrente procedente del deshielo de los glaciares y de las nieves, genera un pescado de la máxima calidad, de sabor puro, suave y profundo, y de una carne magra y de textura tersa y entera, que se produce de forma limitada de apenas 60.000 toneladas para llegar hasta los mercados de Japón.
La trucha como muchos pescados grasos, admite diversos tipos de preparación: al horno, a la plancha, a la sartén o en crudo, pero su delicada carne y sus especiales propiedades organolépticas, exigen una elaboración a baja temperatura que no debe superar los 100 grados si se quiere mantener y resaltar su sabor y textura.
Es un pescado de piel plateada y brillante, un envoltorio idóneo para una carne de intenso color naranja rojizo y muy atractivo, de carne veteada de sabor característico, puro y suave a la vez, equilibrado y armónico. Su excelente carne grasa permite recetas en crudo y en elaboraciones como sashimi tartares, tiraditos y ceviches. Gracias a su perfil graso y equilibrado, la trucha asimila muy bien las preparaciones en marinados, ya que recoge las notas aromáticas de aliños y especias y las absorbe de forma generosa y plena.
La trucha del fiordo, es un pescado único en el mundo, de un tamaño mucho mayor y de un sabor más pronunciado que el de su pariente, la trucha común que estamos habituados a ver en los ríos del continente europeo. Es una de las joyas gastronómicas ocultas y más desconocidas, que se crían y esconden en las aguas de los fiordos de Noruega. La especial composición de sus aguas en las que se funden las que proceden del deshielo de los glaciares y de la nieve, junto con el agua salina procedente del mar, producen unos extraordinarios ejemplares de aproximadamente 5 kilos cada pieza.
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