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Así fue la primera boda de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo en Mónaco
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CONTRAJERON MATRIMONIO EL 31 DE AGOSTO

Así fue la primera boda de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo en Mónaco

El pasado 31 de agosto, Andrea y la colombiana contrajeron matrimonio civil en el Salón del Trono del Palacio Grimaldi ante 350 testigos

Foto: Imágenes del enlace distribuida por la Casa Real monegasca a los medios
Imágenes del enlace distribuida por la Casa Real monegasca a los medios

El pasado 31 de agosto, Andrea Casiraghi y la multimillonaria heredera colombiana Tatiana Santo Domingo contrajeron matrimonio civil en el Salón del Trono del Palacio Grimaldi. Pese a los 350 testigos del enlace, la suya fue una ‘boda búnker’. Pocos son los datos que trascendieron de su ‘sí, quiero’ siguiendo la estela de su habitual relación distante con los medios de comunicación.

La casa monegasca ya advirtió a los invitados que evitasen tomar imágenes con sus propias cámaras y teléfonos móviles, y mucho menos que compartiesen dichas instantáneas a través de las redes sociales, con el fin de evitar que circulen por las redacciones de medio mundo. El motivo que aduce la Casa es que Andrea no es sucesor al trono y, por lo tanto, su enlace no es de interés público. Aun así, la expectación en Mónaco fue máxima y muchas de las miradas se centraron en el vestido de Tatiana que, fiel a su estilo, boho-chic, escogió un diseño de Missoni con escote en V, manga hasta el codo y compuesto por dos piezas, y unas sandalias planas sencillas y de color plateada para casarse con Andrea Casiraghi.

Según lo previsto, la pareja se rodeó de sus selectos invitados para celebrar el gran paso que la pareja acababa de realizar tras ocho años de relación y cinco meses después de estrenarse como padres. Lo hicieron en los jardines del Palacio en torno a la impresionante piscina, donde familiares y amigos disfrutaron de un almuerzo previo al banquete al cobijo de altas palmeras. Los invitados fueron llegando a Palacio a pie, en taxi y en vehículos con chófer, mientras decenas de curiosos se agolpaban en sus inmediaciones y aplaudían su llegada.

Más tarde, a la fiesta se unieron cerca de 250 amigos de la pareja con intención de amenizar la gran celebración nocturna. Para la ocasión, Andrea y Tatiana ‘tiraron’ de sus respectivas fortunas y contrataton varios grupos musicales que llenaron de ritmo los aposentos de palacio con sonidos caribeños y africanos. Una vez que el ambiente se tornó festivo, la pareja animó a sus invitados con temas soul, rock y pop, tal y como informó Nice Matin.

Pese a la relevancia de algunas figuras políticas e institucionales que acudieron en calidad de invitados –además de representantes del mundo del arte y la cultura monegasca–, este enlace real ha pasado a la historia por sus sonadas ausencias. Ningún miembro de otras casas reales europeas fue invitado, dado que Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo han preferido realizar una boda íntima y discreta, alejada del glamour y la pomposidad de sus homólogos. No obstante, en la ceremonia estaban presentes cerca de 350 invitados que brindaron con champán por la felicidad de los recién casados y con la promesa de juntarse cuando se organizara la ceremonia religiosa en la localidad suiza de Gstaad. Entre ellos, además de encontrarse una embarazada Carlota Casiraghi y toda la familia Grimaldi, también acudió la familia de la Tatiana –su hermano Julio Mario Santo Domingo ejerció de DJ– y algunas de sus amigas, como Dasha Zhukova, novia del multimillonario Roman Abramovic; Margherita Missoni, heredera del imperio textil Missino, o Eugenie Niarchos, hija de Stavros Niarchos, el armador griego enemistado con los Onassis.

placeholder El hermano de la novia, Julio Mario Santo Domingo, junto a cuatro amigas

El pasado 31 de agosto, Andrea Casiraghi y la multimillonaria heredera colombiana Tatiana Santo Domingo contrajeron matrimonio civil en el Salón del Trono del Palacio Grimaldi. Pese a los 350 testigos del enlace, la suya fue una ‘boda búnker’. Pocos son los datos que trascendieron de su ‘sí, quiero’ siguiendo la estela de su habitual relación distante con los medios de comunicación.

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