Asaltan al príncipe saudí en París, le roban 500.000 euros y se va de fiesta a Ibiza

Desde el pasado domingo en París se respira cierto aire de preocupación. Han pasado ya cinco días desde que tuviese lugar el espectacular robo al príncipe saudí Abdul Aziz Bin Fahd, en el que se sustrajeron casi medio millón de euros e importantes documentos, y la policía aún no ha revelado tener ninguna pista sobre los atracadores. Pero no es preocupación lo único que se palpa en el ambiente. También desconcierto al saber la víctima de tan espectacular asalto no puso denuncia alguna ante las autoridades francesasy continuó con su hoja de ruta establecida: coger un vuelo privado rumbo a Ibiza para seguir disfrutando de sus vacaciones en la festiva isla.

El príncipe fue interceptado cuando se dirigía a coger un vuelo privado rumbo a la isla Pitiusa. Acompañado siempre de una comitiva formada por centenares de personas, al aeropuerto se dirigía entre un convoy formado por 13 automóviles, uno de los cuales fue violentamente asaltado. Se trataba de una furgoneta en la que se transportaban grandes sumas de dinero en metálico y valiosos documentos políticos y privados del príncipe, que fue secuestrada por varios individuos armados con kalashnikov y que luego dejaron abandonada, convertida en cenizas, junto a sus tres ocupantes, el chófer, un empleado y un guardaespaldas del multimillonario saudí.

Aunque en un principio se especuló con que la cantidad sustraída rondaba los 250.000 euros, se ha revelado recientemente que la verdadera cifra podría alcanzar los 500.000.

Sin embargo, no era el dinero lo que apesadumbraba a Abdul. Una fuente policial ha revelado a la agencia France Presse que la delegación del príncipe “parecía más preocupada por las medicinas del saudí que se encontraban en el vehículo” y que finalmente pudieron ser recuperadas.

Pero en Francia la intranquilidad viene por otro lado. En el país vecino son las cuestiones diplomáticas las que inquietan a Hollande, que en apenas unos días espera la visita del monarca saudí, pariente deAbdul. Ante él tendrá que dar las explicaciones pertinentes sobre lo sucedido si quiere que su Costa Azul se siga llenando de magnates árabes como hasta ahora.

Un asiduo de Ibiza

La riqueza del príncipe Abdul Aziz Bin Fahd, hijo del desaparecido Rey Fahd y sobrino del actual monarca de Arabia Saudí, es de sobra conocida en todo el mundo. También en España donde el multimillonario veranea con asiduidad. Ibiza es su isla fetiche y allí conocen de sobra la ostentosidad con la que se desenvuelve. Su yate, uno de los más opulentos del mundo con 147 metros de eslora, es un habitual de los puertos ibicencos y en los restaurantes más selectos se frotan las manos al verle aparecer por las atractivas propinas que deja. Hasta 80.000 euros llegó a dejar en una ocasión en uno de los locales más lujosos de la isla.