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Descubrimos la única vez que Isabel II se saltó el protocolo
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Lleva 64 años en el trono

Descubrimos la única vez que Isabel II se saltó el protocolo

La jefa de la Casa Real británica es una mujer estricta que conoce como nadie las reglas a las que le obliga su cargo. Sin embargo una vez, y solo una, se las saltó... ¿ Por qué lo hizo?

Foto: Isabel II, reina de Inglaterra y del protocolo. (Gtres)
Isabel II, reina de Inglaterra y del protocolo. (Gtres)

Isabel II es una mujer estricta, rigurosa y disciplinada. En su largo reinado (va camino de los 65 años al frente de la Casa Real británica) jamás se le ha conocido un patinazo ni una salida de tono, y eso que ha tenido que enfrentarse a momentos muy duros que incluyen guerras, desenfrenos palaciegos, infidelidades reales y hasta escándalos financieros. Pero ella siempre ha permanecido impasible, con ese aplomo que le da la flema británica y saberse una de las mujeres más poderosas del planeta. Además, la británica es una de las casas reales con algunas de las normas más extrañas que hemos conocido, como no poder comer ajos en el palacio de Buckingham o dejar de comer cuando lo haga la reina.

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Nobleza obliga y realeza (si es inglesa) más aún. Y aunque alguna vez hemos visto a la reina esbozar una sonrisa o relajar un poco las formas y mostrar su lado más humano (rara vez), lo cierto es que es difícil ver su lado más mundano. De hecho, este ha sido el primer año desde que se creó, en 1984, en el que hemos visto a la reina asistir a la Semana de la Moda de Londres. Por supuesto la sentaron en primer línea del 'front row' y junto a otra monarca: la reina de la moda, Anna Wintour.

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placeholder La reina Isabel junto a Anna Wintour en la Semana de la Moda de Londres. (Gtres)
La reina Isabel junto a Anna Wintour en la Semana de la Moda de Londres. (Gtres)

Años de disciplina, rigidez y cumplir siempre las normas. Esa ha sido su trayectoria en todo este tiempo. Sin embargo, esta semana un documental de la televisión británica desvelaba la única vez que la reina Isabel II se ha saltado el protocolo. Nunca antes y nunca después volvió a ocurrir, lo que da una idea de la magnitud e importancia del suceso.

En 1965, Winston Churchill, el que fuera primer ministro de Inglaterra y amigo íntimo de la reina, murió a la edad de 90 años. Se oficiaron funerales de Estado para rendir tributo a un hombre que ha tenido un peso importante en la historia de ese país.

Al funeral, por supuesto, asistió la familia real con Isabel II a la cabeza. La reina, que por protocolo debe llegar la última y abandonar la primera en cualquier acto público, se saltó las normas (la única vez en su vida) y llegó antes de que lo hiciera el ataúd y la familia del ex primer ministro. Además asistió a la ceremonia y esperó a que la familia de Churchill se hubiera marchado.

De esta manera, Isabel II mostraba su respeto por la figura de un hombre que fue un gran apoyo para ella y una figura de peso en momentos complicados para el Reino Unido como la Segunda Guerra Mundial. La reina aparcaba su privilegio real y le otorgaba a él y su familia el honor de llegar los últimos a la ceremonia. El nieto de Winston, Sir Nicolas Soames, dijo que el gesto de la reina era "conmovedor" y añadió: "Es absolutamente único y excepcional que la reina otorgue precedencia a cualquiera".

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Isabel II es una mujer estricta, rigurosa y disciplinada. En su largo reinado (va camino de los 65 años al frente de la Casa Real británica) jamás se le ha conocido un patinazo ni una salida de tono, y eso que ha tenido que enfrentarse a momentos muy duros que incluyen guerras, desenfrenos palaciegos, infidelidades reales y hasta escándalos financieros. Pero ella siempre ha permanecido impasible, con ese aplomo que le da la flema británica y saberse una de las mujeres más poderosas del planeta. Además, la británica es una de las casas reales con algunas de las normas más extrañas que hemos conocido, como no poder comer ajos en el palacio de Buckingham o dejar de comer cuando lo haga la reina.

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