Peleas, hurtos y catarros: doce claves de la boda de Letizia y Felipe que no recordabas
Se cumplen catorce años del enlace que unió al por entonces Príncipe de Asturias con la periodista que se convirtió en Reina. Repasamos algunas cosas que pasaron ese día
Hace catorce años, el príncipe Felipe y la periodista Letizia Ortiz se casaban en la catedral de la Almudena. Madrid no se echó a la calle en esas primera horas como sucedió con las bodas de la infanta Elena en Sevilla y Cristina en Barcelona. La restricción del jolgorio urbano tuvo que ver con la lluvia torrencial que cayó en la capital y que hizo que muchos ciudadanos no participaran activamente.
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A la salida, ya convertidos en matrimonio, la situación cambió. Y tanto el paseo hasta la Virgen de Atocha como la aparición en el balcón del Palacio Real contaron con la animación del pueblo soberano. Hoy recordamos anécdotas que puede que hayas olvidado.
1. El diluvio universal
Cuando la novia estaba a punto de salir, cayó el diluvio universal. Según se supo después, la periodista Letizia quiso agotar el tiempo para recorrer la alfombra roja. La metieron en el Rolls Royce al grito de “¡rápido, al coche, al coche!” y se puso en marcha el plan B. El trueno más fuerte sonó dentro de la catedral cuando pronunciaban los votos matrimoniales.
2. El vestido de la novia
El diseño de Pertegaz sufrió variaciones sobre el modelo inicial que tenía pensado el modisto. Las mujeres Ortiz participaron en esos cambios que aunque no eran determinantes, sí marcaban detalles que no tenían que ver con la idea primigenia. Pertegaz prefirió tomárselo con deportividad.
3. Resfriado y dieta
El día de la boda, Letizia arrastraba un resfriado importante. Se dijo que tuvo que tomar medicación para estar en perfecto estado de revista. Los días previos a la boda adelgazó y por eso el vestido nupcial no le encajaba del todo.
4. Puesta a punto
La familia Ortiz Rocasolano (Paloma, Jesús, Ana Togores, Telma, Erika y las mujeres de la familia) disfrutaron, semanas antes, de los servicios de expertas profesionales en el centro de estética de Carmen Navarro. Tratamientos de belleza personalizados para cada uno de ellos.
5. Los amigos de mis amigos...
Los amigos del rey Felipe, considerados por la novia como de 'pijos de manual', han ido desapareciendo en la vida cotidiana del matrimonio. No se portaron bien con la novia del amigo a la que denominaban despectivamente como 'la periodista' o 'la jolines'. De aquella época quedan los hermanos Fuster.
6. Karate Froi Kid
La patada de Froilán a su prima Borbón Dos Sicilias en el transcurso de la liturgia religiosa le convirtió desde ese día en 'l’enfant terrible'. Un sambenito que le ha acompañado hasta ahora. La prima, Abigail Rocasolano, que llevó la cola, era ya un 'cerebrito' que acabó con matrícula la carrera de ingeniería.
7. La refriega
En el almuerzo nupcial hubo pelea tabernaria entre Víctor Manuel de Saboya y Amadeo de Aosta. La reina Ana María de Grecia los tuvo que separar. El rey don Juan Carlos tuvo palabras con los dos, a los que públicamente dijo “nunca más”.
8. Un ejército en la sala
Doscientos camareros y treinta cocineros del restaurante Jockey se encargaron de servir el convite. Previamente, los novios y parte de la familia probaron los cinco menús para que los protagonistas eligieran el que más les gustaba. El día de la boda, los profesionales estaban en su puesto de trabajo a las cinco de la mañana.
9. Por favor, vacíen sus bolsos
Una de las anécdotas del convite fue la desaparición de cubiertos, platitos de pan y saleros (todo de plata) al hacer el recuento del menaje. Para los invitados, el hurto era más por valor sentimental que económico.
10. Sola ante el peligro
La foto del paseíllo previo a la misa nupcial la protagonizó Carolina de Mónaco. Sola y despeinada. Su marido, Ernesto de Hannover, permaneció en el hotel Ritz hasta que se le pasó la resaca. La noche anterior cerró la discoteca Gabanna. Le acompañaban amigos españoles de sus jornadas cinegéticas en España.
11. El rey de la pista
El abuelo de la novia, Francisco Rocasolano, demostró su carácter festivo y desinhibido al alternar con algunas de las reinas del norte, poco acostumbradas a que sus maridos les hicieran caso. Al igual que muchos hombres de su generación, que dominan el pasodoble y el 'agarrao', el abuelo Paco bailó con algunas de estas royals, que se quedaron encantadas con su simpatía.
12. Las joyas de la Corona
La reina doña Sofía fue fiel a una de sus modistas preferidas, Margarita Nuez. Se adornó con el collar de brillantes de su joyero particular.
Hace catorce años, el príncipe Felipe y la periodista Letizia Ortiz se casaban en la catedral de la Almudena. Madrid no se echó a la calle en esas primera horas como sucedió con las bodas de la infanta Elena en Sevilla y Cristina en Barcelona. La restricción del jolgorio urbano tuvo que ver con la lluvia torrencial que cayó en la capital y que hizo que muchos ciudadanos no participaran activamente.