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Charlène celebra sus 41 años afianzada como primera dama y marcando distancias
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Charlène celebra sus 41 años afianzada como primera dama y marcando distancias

La mujer de Alberto de Mónaco podría no tener la mejor de las relaciones con sus cuñadas, las princesas Carolina y Estefanía

Foto: Charlène, con Carolina de Mónaco. (Getty)
Charlène, con Carolina de Mónaco. (Getty)

La vida de Charlène desde antes de su boda con Alberto de Mónaco está envuelta en una nebulosa que a veces frisa la leyenda urbana. Como decimos, ya desde su enlace, cuando se habló de una 'novia a la fuga', hasta la aparición de unas 'comprometidas' fotografías suyas con un amigo de crucero años más tarde o la ausencia en actos señalados generaron en torno a ella todo tipo de especulaciones.

Sin embargo, ayer viernes cumplía 41 años y lo hacía muy afianzada en el puesto y con la aprobación de la prensa más monárquica. Sin ir más lejos, la revista 'Point de Vue' le dedica un extensísimo artículo titulado: "Charlène de Mönaco: cómo la princesa a conquistado el corazón de los monegascos". Si nos adentramos en su prosa, podríamos resumirlo con "todo son ventajas". Porque Pierre Godard, el artífice del mismo no le encuentra ningún fallo a la exnadadora sudafricana, a quien dedica halagos del calibre de "madre de príncipes gemelos, mujer de convicciones y compromisos, embajadora del principado fuera de sus fronteras, modelo de elegancia y de glamour... ¿Qué sería del principado sin su princesa?".

placeholder Charlène y Alberto de Mónaco. (EFE)
Charlène y Alberto de Mónaco. (EFE)

No es el único medio francófono que se vuelca en la figura de Charlène. La edición digital de 'Gala' atribuye su transformación a sus gemelos, Jacques y Gabriella: "Después de su nacimiento, los monegascos han podido descubrir a una nueva princesa. Muchas veces le han rechazado su frialdad, pero eso es agua pasada... Charlène de Mönaco no es la misma. Relajada, la princesa irradia bienestar. Esto incluye la gran sonrisa que ahora muestra frente a los fotógrafos".

¿Es realmente cierto este gran cambio de Charlène de Mónaco o ha cambiado la percepción que tenemos de ella? Lo cierto es que para sustentar las afirmaciones de la revista 'Gala', ella contribuye habitualmente en las redes sociales, donde nos tiene al tanto del devenir de sus hijos y, por ejemplo, del último viaje que han hecho a Estados Unidos, patria de su abuela materna, Grace Kelly, la irrepetible musa de Hitchcock. Unas imágenes espontáneas que contrastan con la rigidez de otras casas reales que no acostumbran a mostrar su faceta cotidiana de manera habitual.

Pese a todo, sigue en el aire la incógnita de si se lleva bien o no con sus cuñadas, Carolina y Estefanía de Mónaco, a quien hace unos días volvía a dar plantón en el Festival Internacional del Circo de Montecarlo, una cita que no se perdían los recordados Rainiero y Grace, pero a la que ella no parece especialmente aficionada. Así que este año nos tuvimos que conformar con el príncipe Alberto, sus gemelos, Estefanía de Mónaco, que se derretía con los pequeños, y Pauline Ducruet y Camille Gottlieb, que han heredado de su madre esta gran afición.

Mucho se ha hablado también de los supuestos retoques estéticos de Charlène y de si estaría a la altura de su predecesora, la mencionada protagonista de 'La ventana indiscreta', con quien siempre han sido inevitables las comparaciones. Podemos compartir con el mencionado artículo de 'Point de Vue' que ha ido mejorando paulatinamente en cuestiones de estilo y ha acertado en la mayoría de sus looks. Dicho esto no para dejar en un segundo plano su labor solidaria y de representación que siempre han estado inherentes al cargo que ocupa de primera dama del principado.

La vida de Charlène desde antes de su boda con Alberto de Mónaco está envuelta en una nebulosa que a veces frisa la leyenda urbana. Como decimos, ya desde su enlace, cuando se habló de una 'novia a la fuga', hasta la aparición de unas 'comprometidas' fotografías suyas con un amigo de crucero años más tarde o la ausencia en actos señalados generaron en torno a ella todo tipo de especulaciones.

Estefanía de Mónaco
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