Charlène de Mónaco planta de nuevo a su familia política (y a sus hijos) en el circo

La relación de Charlène con su familia política es, cuando menos, complicada. Al parecer, no congenia con las hermanas del príncipe Alberto, las princesas Carolina y Estefanía, y lo hace notar en cuanto puede. La última demostración de ese distanciamiento entre las cuñadas sucedió este domingo. Un año más, la exnadadora causó baja en uno de los actos más importantes de la Roca, el Festival Internacional del Circo de Montecarlo, que este año celebra su 43ª edición. Eso sí, allí estaban Jacques y Gabriella para suplir su ausencia.

Desde hace décadas es tradición que los Grimaldi sean los encargados de inaugurar este gran espectáculo del pequeño principado. Rainiero y Grace Kelly eran habituales y solían llevar a sus hijos -Carolina, Alberto y Estefanía- desde bien pequeños para que pasaran una tarde de risas y diversión. La costumbre ha llegado hasta nuestras fechas y ahora podemos ver a los tres hermanos, sobre todo la benjamina -que siente una especial conexión con el mundo circense- llevando a sus vástagos al evento.

Fue el año pasado cuando Jacques, heredero al trono, y Gabriella debutaron en el circo, ya sin la presencia de su madre. Una decisión que se comentó (y criticó) bastante, pero que parece que Charlène no está dispuesta a cambiar, viendo que este año ha seguido la misma pauta. Los mellizos estuvieron acompañados en esta ocasión por su padre, por su tía Estefanía y por las hijas de esta, Pauline Ducruet y Camille Gottlieb.

Jacques, de la mano de su padre, y Gabriella, de la de su prima Pauline, posaron algo vergonzosos ante los medios a su llegada al espectáculo. El pequeño lucía una americana azul marino de terciopelo y pantalones a juego mientras que la coqueta princesa llevaba un abrigo blanco y un recogido con trenzas. Además, el heredero llevaba la bufanda del circo en el cuello, un complemento que no faltaba en los looks de Alberto y su hermana pequeña.

Durante el espectáculo, los mellizos, que cumplieron cuatro años el pasado 10 de diciembre, tuvieron la oportunidad de ver leones, elefantes y tigres en primera persona. Él, sentado sobre el regazo de su padre; y ella, en el de su tía, que no dejaba de explicarle todo lo que sucedía, mientras miraba atenta con sus grandes ojos azules. Queda claro pues que, a pesar de que Charlène no se lleva bien con su familia política, sí quiere que sus hijos pasen tiempo con sus tías y sus primos.