El 'facetime' de Juan Carlos y la tarta de Pilar: secretos de la fiesta de la infanta Margarita

La infanta Margarita ha celebrado en la noche del 6 de marzo su cumpleaños en su casa del madrileño barrio de Salamanca, donde vive desde que se instaló en España con su marido, el doctor Zurita. La hora de la cita era las ocho de la tarde.

Una de las primeras invitadas en llegar fue doña Sofía y también de las últimas en marcharse. Cerca de medianoche, la Reina emérita se despidió y regresó a Zarzuela. Esta vez no la acompañó su hijo, el rey Felipe, como sí hizo hace unos años en el cumpleaños de la infanta Pilar en Palma. No acudió a la celebración de su tía Margarita, aunque estaba invitado, y tampoco doña Letizia. En el caso de la Reina consorte, parece que no le gustan los cambios de horarios domésticos entre semana que puedan alterar la rutina de sus hijas.

Don Juan Carlos envió flores y felicitó a su hermana por 'facetime', según dijeron en la fiesta. También comentaron que se encontraba en Estados Unidos por un asunto relacionado con el mundo de regatas. Al menos, así lo comentaron. La excusa no molestó a la infanta Margarita, que siente adoración por su hermano mayor.

Doña Pilar tampoco pudo festejar a la protagonista de la noche y envió con uno de sus hijos una tarta que fue el pastel donde se colocaron las velas. La duquesa de Badajoz se recupera de la operación de urgencia a la que se sometió hace un mes.

No faltaron los cuñados Zurita con sus respectivas parejas; Adam Czartoryski, hijo de doña Dolores, hermana de la condesa de Barcelona; las hermanas Marone, los sobrinos Gómez-Acebo Borbón y tampoco la infanta Elena, que también es uno de los miembros más queridos de la familia del jefe del Estado.

Entre las amistades de la duquesa de Soria se encontraba Paloma O'Shea, presidenta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía; Alicia Koplowitz, María Escudero y Antonio Camuñas y muchos amigos de Portugal. La infanta Margarita vivió en Estoril el exilio de sus padres, los condes de Barcelona, y vuelve todos los veranos a la villa portuguesa.

En total cerca de ochenta personas que forman parte del grupo familiar e íntimo de la duquesa de Soria. Primero se sirvió un cóctel cena y después los invitados se trasladaron hasta el comedor, donde la protagonista de la noche sopló las velas mientras le cantaban el cumpleaños feliz. La reina doña Sofía estuvo pendiente de su cuñada durante toda la noche demostrando el gran cariño que las une.