la guerra entre los hannover no cesa
La última estocada del hijo de Ernesto de Hannover a su padre en su peor momento
Ni siquiera las recientes y preocupantes informaciones sobre el estado de salud de su padre han frenado a Ernesto Augusto de Hannover júnior en la guerra que libran
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Ni siquiera el reciente y grave problema de salud de Ernesto de Hannover, por el que tuvo que ser operado de urgencias el pasado 6 de febrero en un hospital austriaco de Feldkirch con motivo de una inflamación en el páncreas, ni la información que 'Bunte' reveló una semana después, asegurando que el aún marido de Carolina de Mónaco padece un cáncer por el que se le tuvo que extirpar un tumor maligno del cuello, han frenado a su hijo Ernesto Augusto júnior en la guerra que él y su padre tienen abierta.
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El motivo de su enfrentamiento radica en la que lleva siendo propiedad de los Hannover durante un siglo, el castillo de Marienburg, ubicado en Austria. Ernesto Augusto, tras asegurar que no disponía del capital suficiente para cubrir los gastos de mantenimiento de dicha propiedad, decidió vender el castillo al Estado por la ridícula cifra de un euro a cambio de que este se hiciera cargo de las gestiones de Marienburg. 27 millones de euros iban a ser destinados a la rehabilitación del castillo. Esta decisión indignó a Ernesto de Hannover padre, quien se opuso rotundamente a su hijo.
Björn Thümler, en representación del Estado alemán como ministro de Ciencia y Cultura, había llegado a un acuerdo con el hijo de Hannover tras años de negociaciones, pero tras la apelación del príncipe heredero, el trato se paralizó. Ernesto Augusto júnior no renuncia a la idea de que los gastos de rehabilitación sean compartidos con el Estado y también tiene la intención de crear una fundación que, entre otras cosas, proteja los objetos de arte y de gran valor histórico del castillo de Marienburg. Por su parte, su padre ha manifestado su total convencimiento de que a él se le incluirá en las futuras negociaciones.
Ahora que Ernesto de Hannover se encuentra convaleciente tras sus recientes intervenciones quirúrgicas, su hijo da un nuevo paso en la escalada de tensión con él. Lejos de aportar algo de paz para liberar de preocupaciones a su padre en este momento tan delicado, Ernesto Augusto declaró el miércoles por la noche, según ha confirmado el experto legal del estado de Baja Sajonia, que su padre no ha tenido voz durante mucho tiempo en las negociaciones sobre el futuro del castillo, recalcando además que "eso seguirá siendo así".
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