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Todos los peinados de Kate Middleton (son absolutamente infalibles)
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Todos los peinados de Kate Middleton (son absolutamente infalibles)

Pelazo, esa es una de las formas de llamar a la abundante y siempre saneada melena de Kate Middleton. Mucho antes de que se convirtiera en

Pelazo, esa es una de las formas de llamar a la abundante y siempre saneada melena de Kate Middleton. Mucho antes de que se convirtiera en duquesa de Cambridge, Kate siempre había presumido de un cabello sano, brillante y con mucho movimiento, así que tras su boda con el príncipe William, sus asesores de imagen debieron de pensar: “Esta va a ser la nuestra, le vamos a hacer millones de peinados”, justo lo que piensan todos los peluqueros cuando entra en su salón una melena virgen (que nunca ha sido teñida y no ha recibido ningún tipo de tratamiento). Sin embargo, no, esta no fue la situación que se vivió en palacio.

Las estrictas normas de protocolo en general y de la familia británica en particular prefieren la sobriedad. Otra norma es la de los cero cambios. Tal vez este no sea su nombre correcto, pero cuando alguien forma parte de la familia real no puede cambiarse de look, al menos no de una forma drástica. Bye bye, bobs y pixies para Kate. Aunque siempre hay excepciones como cuando la reina doña Letizia se hizo un bob Wintour y, literal, el mundo se paralizó.

Además de la restricción en el corte del cabello, también existe una ley no escrita sobre el color. Teñirse el cabello no es muy habitual en la monarquía. Sin embargo, a través de las más sutiles y naturales mechas se puede modificar levemente el tono del cabello, algo así como ‘hacerse un Sofia Vergara’ y pasar del castaño más oscuro al castaño más rubio. En Kate Middleton sí que hemos podido apreciar este tipo de cambios. Mientras en su boda Kate lucía una melena chocolate, ahora su cabello es más claro gracias a las mechas. Así se logra su envidiable color de pelo.

Llegamos, por tanto, al momento de los peinados. Con semejantes restricciones, Kate Middleton se ha hecho una auténtica adepta a cuatro peinados sencillos con los que conseguir un acabado elegante y protocolario. Además, todos ellos le permiten presumir de pelazo.

La estilista Alma Luzón nos ayuda a definirlos y nos da las claves para poder recrearlos.

  • La característica ‘melena casual’ Middleton. Cabello trabajado, con ligeros tirabuzones en las puntas, unas ondas marcadas desde la barbilla, apunta Luzón. Si los realizas con secador, pueden quedar más naturales. Si los haces con ayuda de tenacillas o plancha para el pelo, luego debes 'deshacerlos' con un cepillo o con los propios dedos. La clave es que la melena tenga movimiento y el cabello no quede apelmazado. Es el peinado más habitual de Kate y el más efectivo para presumir de pelo.
  • La coleta. No se trata de cualquier coleta, siempre es una coleta entre media y baja y la goma siempre va escondida con un mechón de pelo. La parte recogida jamás está apelmazada, sino que tiene volumen. Las puntas también están trabajadas con ligeros bucles.
  • El moño. Kate Middleton suele recurrir a este peinado cuando lleva tocados o tiaras. Mientras el moño es bajo y la castaña, debido a la cantidad de cabello de Kate, es muy grande, las variaciones del peinado residen en las trenzas que se coloque a modo de adorno, las horquillas utilizadas o la forma de introducir los mechones en la castaña.
  • El semirrecogido. También muy habitual en Kate, cuando la duquesa de Cambridge quiere llevar el pelo suelto pero prefiere llevar el rostro limpio, bien porque hace viento, bien porque quiere que se vean los pendientes, suele optar por este peinado. Tan sencillo como tomar dos mechones, uno de cada lado y recogerlos atrás con ayuda de una horquilla o pasador. Estos mechones suelen tener un ligero 'twist' ya que Kate no es muy fan de las trenzas.

Pelazo, esa es una de las formas de llamar a la abundante y siempre saneada melena de Kate Middleton. Mucho antes de que se convirtiera en duquesa de Cambridge, Kate siempre había presumido de un cabello sano, brillante y con mucho movimiento, así que tras su boda con el príncipe William, sus asesores de imagen debieron de pensar: “Esta va a ser la nuestra, le vamos a hacer millones de peinados”, justo lo que piensan todos los peluqueros cuando entra en su salón una melena virgen (que nunca ha sido teñida y no ha recibido ningún tipo de tratamiento). Sin embargo, no, esta no fue la situación que se vivió en palacio.