El 'efecto Meghan' hace de las suyas: su look para el polo (de 800 euros), agotado

Su reencuentro ha sido una de las noticias más comentadas en las últimas horas en Reino Unido. Cuatro meses después, las cámaras volvían a ser testigos de una esperada reunión familiar, la de los duques de Sussex con los duques de Cambridge. Y no solo eso, sino que también estaba Archie, al que se veía por primera vez junto a sus primos, después de que George, Charlotte y Louis fueran los grandes ausentes en la fotografía oficial del bautizo del pequeño. Un partido de polo que disputaban el príncipe Harry y el príncipe Guillermo este miércoles servía para ver de nuevo a Meghan Markle y Kate Middleton juntas, cuya supuesta mala relación ha ocupado innumerables portadas y titulares.

Y, cómo no, las páginas que habitualmente analizan cada detalle del estilo de ambas no se han hecho esperar, especialmente cuando hemos visto elementos nuevos en los looks de una y otra. No es el caso del vestido de Kate Middleton, un diseño de LK Benett con estampado de flores que estrenó en 2015 para una fiesta privada y que luego hemos podido verle en más ocasiones. No es de sus piezas más caras, ya que originalmente costaba unos 525 dólares -unos 465 euros-. Lo combinó con sus alpargatas de cuña de Castañer y un bolso que hasta ahora no le habíamos visto. Es el modelo Darley en color rojo de Mulberry, una de sus marcas favoritas, que tiene un precio de casi 700 euros. Como pendientes, el modelo Fern Hoop de oro, que ya llevó la semana pasada para pisar las pistas de Wimbledon.

Igual de relajado que el look de su cuñada fue el de Meghan Markle, que optó por un vestido de Lisa Marie Fernandez. Un diseño en color verde militar, con aberturas laterales, cuello en uve y largo a media pierna. Aunque el modelo original va con cinturón, la duquesa de Sussex optó por llevarlo sin él, mucho más holgado y amplio. Podíamos encontrarlo por unos 600 euros, pero el 'efecto Meghan' ha hecho de las suyas y ya está completamente agotado. Exactamente lo mismo que pasa con las gafas de sol. Cuestan unos 200 euros, pero este modelo tipo aviador con montura dorada de Stella McCartney -firma habitual en su vestidor- no se puede encontrar ahora mismo en ninguna web.

Menos relajados que sus estilismos estuvieron ellas. Kate, porque tuvo que estar pendiente de sus tres hijos, especialmente de Louis, que parece haber cogido con ganas el saber andar y no paró de correr de un lado para otro. Meghan, porque tuvo a Archie en brazos durante toda la tarde. El pequeño compartió atención mediática con su primo Louis, quien, como ya pasó en el último Trooping the Colour, se convirtió en el protagonista de la tarde. Louis fue el gran 'animador' de la cita benéfica, que sirvió, además de para recaudar fondos, para ver de nuevo a The Fab Four en acción.