Diana de Gales y su apetito tras la bulimia: cómo y qué comía (contado por su chef)

Darren McGrady trabajó como chef de la princesa Diana de Gales durante los últimos 4 años de la vida de la madre de Harry y Guillermo. Lo hizo después de cocinar para la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham durante 11 años. Conocía de primerísima mano las costumbres de la realeza, pero Diana le descolocó.

El chef de la realeza británica ha desvelado las insólitas costumbres que la princesa impuso a la hora de la comida, sus recetas favoritas y cómo prefería ingerir los alimentos Lady Di.

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Cuando McGrady llegó a la vida de Diana, esta ya había sido tratada de un trastorno alimenticio, bulimia. En aquel momento se encontraba completamente recuperada, y en contra de lo que muchos puedan pensar, en sus últimos años de vida, Lady Di disfrutaba de la comida. "Es un error pensar que no le gustaba comer. ¡Sí que le gustaba! Superó esa bulimia y recuperó su vida".

Lo único que preocupaba a la exesposa del príncipe Carlos era que las recetas fueran saludables. Después de superar su bulimia, Diana comenzó a hacer ejercicio y a cambiar a una dieta libre de grasas, "Tú cuida las grasas y yo cuidaré los carbohidratos en el gimnasio", asegura McGrady que le dijo la princesa cuando llegó a Kensington para ponerse a su servicio y al de sus hijos.

Con Diana, las enormes mesas de banquete desaparecieron. Si comía más gente, a ella le gustaba tener a las personas cerca. Las mesas redondas donde todos pudieran conversar fueron el nuevo formato. Pero lo más insólito es que, tal y como el propio Darren desvela, "si la princesa estaba sola para almorzar, venía a comer a la cocina de la encimera, preparaba una bandeja para ella y ordenaba la cocina y las cosas mientras conversábamos".

Esta actitud es calificada por el chef como "inaudita" en un miembro de la realeza. "El resto de la realeza nunca haría eso", comenta.

La presencia de Darren en Kensington era necesaria porque, reconoce, la princesa era terrible cocinando.

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En cuanto a los gustos de Diana de Gales, los pimientos rellenos y las berenjenas rellenas eran dos de sus platos favoritos que McGrady preparaba para ella de manera habitual. De postre, la princesa adoraba el el budín de pan y mantequilla del chef.

Diana tenía la costumbre de comer, eso sí, porciones pequeñas.