Los Reyes, de paseo nocturno con sus hijas para despedirse de Mallorca

Esta vez sí, se puede decir que la última aparición de los Reyes en Mallorca ha sido toda una sorpresa. Pocos sabían, primero, que la familia real seguía en la isla. Segundo, que volveríamos a verlo. Pero sí, los Reyes salieron a dar un paseo nocturno para despedirse de Mallorca, de esta estancia de poco más de una semana y, también, de los últimos momentos en familia con la princesa Leonor, antes de que en muy pocos días tenga que poner rumbo a Gales para iniciar el Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College de Gales, donde se la espera este mismo domingo.

La cita de este martes, que tenía sabor a despedida, fue en plena capital, muy cerca del paseo marítimo y del Real Club Náutico. Y el objetivo estaba claro, disfrutar de una cena en familia con la mejor gastronomía, en un lugar que además conocen bien, ya que escogieron el restaurante El Txoko de Martín, propiedad de Martín Berasategui, con quien incluso tienen una relación de amistad. Así que después de visitar el sábado por la noche Ola de Mar, otro de sus imprescindibles, no dudaron en degustar los platos ofrecidos por el equipo del cocinero vasco en Mallorca.

Con una carta que ofrece desde hamburguesas, las tapas más típicas de la cocina española, algunos platos con aires internacionales o ricos pescados -estando en ciudad marítima, no pueden faltar-, los Reyes disfrutaron de una cena tranquila, sin sobresaltos y sin apenas prensa, ya que fueron muy pocos los fotógrafos que consiguieron enterarse de su presencia en el restaurante de Martín Berasategui. Con la Copa del Rey terminada y casi descartado que los Reyes volvieran a dejarse ver, muchos profesionales ya habían abandonado Mallorca. Así que el número de flashes que los esperaba tras la cena no fue tan numeroso, aunque suficiente para poder ver los looks de Letizia, Leonor y Sofía y el bronceado que han adquirido durante estos días.

Parece que la reina Letizia ya se ha resignado: sus hijas son más altas que ella y ya no tiene que disimularlo. Una vez más, optó por unas alpargatas completamente planas. Eso, unido a los seis centímetros de plataforma y cuña que llevan las alpargatas de Macarena Shoes que escogieron Leonor y Sofía, hacía que la diferencia de altura fuera evidente.

Esta vez, la familia real dejó los tonos a juego en casa. Y aunque Leonor y Sofía sí iban más marítimas, la reina optó por un vestido en tonos pastel con ribetes en negro de la marca Dear Prudence, con un precio de 125 euros se encuentra agotado en la página web de la firma. Una original elección con la que quiso despedirse de Mallorca, de sus vacaciones -o 'no vacaciones', según se mire- y también de su hija Leonor, a la que muy pronto tendrá que decir adiós.

En total, han sido cuatro las salidas que han hecho en familia, el doble que el año pasado, ya que la situación de pandemia no invitaba a salir a cenar especialmente. Su primera salida fue la única que podemos considerar oficial, cuando visitaron la Sierra de Tramontana y el santuario de Lluc. Después, dos en un mismo día, cuando participaron en el recibimiento al regatista Joan Cardona, uno de los medallistas de Tokio, por la mañana, y salieron a cenar junto a la reina Sofía y la princesa Irene por la noche, en lo que era su primera aparición con la reina emérita en dos años en tierras mallorquinas, ya que también en 2020 fue una de las citas semiobligadas de las que prescindieron.

Así que una vez más, la familia real ha podido mezclar ocio y placer en estos días, mitad institucionales, mitad de descanso, cumpliendo así con su parada veraniega en Mallorca, un tanto atípica esta vez por la cercanía de la despedida de la princesa Leonor.