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El palacio de Mirabell: todo sobre el espectacular escenario de la última boda royal
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Con mucho encanto

El palacio de Mirabell: todo sobre el espectacular escenario de la última boda royal

Daniel Hamid Kadir-Osmanoğlu y Daria Lyakhova se han casado en uno de los escenarios más románticos y bellos de Salzburgo. Descubre el palacio de Mirabell

Foto: Daria Lyakhova y Daniel Hamid Kadir-Osmanoğlu en su boda, en el palacio de Mirabell. (Instagram @dan_kad_dan)
Daria Lyakhova y Daniel Hamid Kadir-Osmanoğlu en su boda, en el palacio de Mirabell. (Instagram @dan_kad_dan)

Las grandes celebraciones han quedado un poco olvidadas, dejando paso a los enlaces pequeños, en los que el número de invitados es limitado por motivos de seguridad y de salud. Ignoramos si es por esta razón o por motivos personales, pero la cuestión es que gracias a eso sorprende menos que Daniel Hamid Kadir-Osmanoğlu y Daria Lyakhova hayan optado por una celebración íntima, eso sí, en un escenario de ensueño, el palacio de Mirabell.

El tataranieto del 34° sultán del Imperio otomano, juró amor eterno a su pareja el pasado 20 de diciembre en una ceremonia con escasos invitados, pero que tuvo todo lo importante: la pareja de enamorados, que no podía borrar las sonrisas de su rostro, la firma oficial de los documentos y, sobre todo, unos looks de altura para una boda de invierno. El novio no defraudó, pero fue la novia quien se llevó todas las miradas, con un ramo de rosas amarillas que simbolizan la alegría por esta nueva etapa de su vida que comienzan juntos.

Ella optó por llevar el cabello suelto con ondas ligeras, un look muy natural que acompañaba sin eclipsar al resto del conjunto, pues su vestido, aunque sencillo, tenía algunos detalles que merecen la pena ser destacados, como la manga tres cuartos o el encaje que cubría la parte frontal del cuerpo del vestido, que finalizaba con una ligera y vaporosa falda de largo midi. Por supuesto, siendo diciembre y en Salzburgo (Austria), el abrigo calentito y de color blanco no podía faltar.

Un romántico enlace que ha tenido lugar en un no menos romántico escenario, pues han escogido el palacio de Mirabell para celebrarlo, un lugar muy típico para estas celebraciones, pues ofrece un escenario ideal para las fotografías del gran día gracias a la belleza de sus jardines. Como hoy en día alberga las oficinas del alcalde de Salzburgo y del Consejo de la ciudad, esa zona del palacio no se puede visitar, pero el resto bien merece una visita, sobre todo sus inmaculadas zonas verdes.

Este palacio cuenta con una larga historia, pues fue construido por orden de Wolf Dietrich von Raitenau, príncipe y arzobispo de Salzburgo en 1606 para su amante, Salome Alt. Siguiendo los modelos italianos y franceses, este palacio fue construido a las afueras de las murallas de Salzburgo, en la orilla derecha del río Salzach y allí vivió Salome con sus hijos hasta que tuvo que abandonarla, tras darse a la fuga Wolf Dietrich en un momento en el que las tensiones con Baviera le exigían coger las armas.

En 1818 un incendio lo destruyó casi por completo, salvando solo la fachada oeste, la escalera de honor, la capilla y el salón de Mármol, convertido en la sala en la que se celebran los matrimonios civiles. Esta es una de las que se puede visitar de forma habitual, salvo en las ocasiones en las que tiene lugar alguna celebración, ya sean bodas, conferencias u homenajes. Antiguo salón de baile, en esta sala tocaron Leopoldo Mozart y sus hijos Wolfgang y Nannerl.

En su interior también destacan las conocidas como ‘escaleras de los ángeles’, donde la pareja no ha dudado en fotografiarse para este día tan especial. Esta es la que conduce al Salón de Mármol, material que también triunfa en otros palacios, como el de Mónaco, y recibe este nombre porque está adornada con varios querubines.

Unos jardines de película

La historia de este palacio está muy ligada a la música, no solo por albergar a algunos de los grandes músicos del momento, también porque sus jardines fueron escenario de uno de los números musicales más recordados del cine. Aquí es donde Julie Andrews canta junto con los hijos del capitán Von Trapp -interpretado por Christopher Plummer, fallecido en febrero- la famosa canción ‘Do Re Mi’ en ‘Sonrisas y lágrimas’. Esto ha hecho que sea reconocido por todo el mundo y se puede pasear por los mismos rincones que recorrió la familia.

Se puede rodear la fuente de Pegaso, instalada en 1913 y cuya figura de Pegaso es obra del artista Kaspar Gras de Innsbruck, así como pasar bajo algunas de las estatuas que también aparecen en la película durante el número musical. Al final de la escena suben una escalinata que finaliza en una reja forjada, dejando a la vista tras ellos una vista general de los jardines y el palacio, que se ha convertido en una de las más famosas.

Este jardín geométrico, de estilo franco-italiano, apenas ha cambiado con el tiempo, y cuenta con esculturas de la mitología antigua. Tiene un ‘teatro de los setos’, donde en verano se celebran actos tradicionales, un jardín de rosas y un ‘jardín de los enanos’, que en origen incluía 28 enanitos de mármol blanco.

En definitiva, un lugar único, ideal para celebrar un romántico enlace, pero también una visita obligada para los amantes de la naturaleza, de la historia, de la música y también del cine, pues se ha convertido en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, además de ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Las grandes celebraciones han quedado un poco olvidadas, dejando paso a los enlaces pequeños, en los que el número de invitados es limitado por motivos de seguridad y de salud. Ignoramos si es por esta razón o por motivos personales, pero la cuestión es que gracias a eso sorprende menos que Daniel Hamid Kadir-Osmanoğlu y Daria Lyakhova hayan optado por una celebración íntima, eso sí, en un escenario de ensueño, el palacio de Mirabell.

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