Leonor y Sofía, protagonistas del posado de verano en Valldemossa junto a los Reyes

Primera aparición conjunta de los Reyes y sus hijas en Mallorca. Don Felipe y doña Letizia ya habían atendido actos por separado en la isla. El monarca ya recibió varias audiencias la pasada semana en La Almudaina y esta misma mañana asistía a las regatas, mientras que su esposa presidía el domingo por la noche la clausura del Atlàntida Fest, un festival de cine en el que Su Majestad se codeó con la actriz francesa Isabelle Huppert. Este lunes ha sido el turno del tradicional posado familiar que, como ha ocurrido en años anteriores, ha cambiado de escenario, dejando atrás el palacio de Marivent.

En esta ocasión, los Reyes se han decantado por la cartuja de Valldemossa. Situada a 20 minutos de la capital, a tan solo 19 kilómetros de Palma, fue la residencia del rey Sancho I de Mallorca y fue construida en el año 1309 por orden de su padre, Jaime II, quien escogió este excepcional lugar de la sierra de Tramuntana, situado a más de 400 metros de altura, para edificar un palacio para su hijo. Un enclave con historia al que los Borbón Ortiz llegaban a las 19:30 horas para dar un paseo y conocer más sobre el lugar.

Allí, en las calles de la localidad Valldemossa, los esperaban los vecinos de la zona, que no han querido perderse esta visita real, que además es la primera aparición de Leonor y Sofía en la isla tras verlas el pasado 25 de julio en Galicia, con motivo del Día del Apóstol. Lo cierto es que desde que la princesa de Asturias regresó del internado galés ha contado con una agenda bastante apretada. Desde los Premios Princesa de Girona pasando por un viaje exprés a Londres para apoyar a la selección femenina de fútbol.

Y como ocurre cada vez que aparecen, han sido las protagonistas de la jornada. Muy guapas y con vestidos románticos, ambas han posado sonrientes y demostrando la buena sintonía que existe entre ellas. Leonor se ha decantado por un vestido de estilo boho en blanco, firmado por Sfera, de manga larga y falda corta. Lo ha combinado con alpargatas también blancas. La Princesa llevaba, además de los pendientes inspirados en las cañas de bambú que comparte con su madre, una cadenita dorada que apenas se veía por su melena, que ha peinado con un semirecogido con trenzas y las puntas onduladas.

Por su parte, la infanta Sofía también llevaba un minivestido, el suyo en color rosa y de Zara, con nido de abeja en la cintura para marca silueta y una tela parecida en el cuello. Todo hace pensar que se trata de uno de sus famosos apaños, ya que en el pasado la hemos visto haciendo algo similar para evitar que el escote sea muy pronunciado. Al igual que su hermana mayor, la pequeña del clan Borbón Ortiz llevaba unas alpargatas, ella en color camel y planas de Polit et Moi; sin embargo, y a diferencia de Leonor, ha preferido dejar su melena suelta y ha prescindido de cualquier joya.

Y por último, pero no menos importante, doña Letizia, que se ha decantado por un veraniego estilismo. Una oda a la naturaleza con una nueva falda de largo midi de Pablo Erroz con estampado ikat, tradicional de Mallorca, y una blusa a tono con escote en 'V' y sin mangas. Lo ha acompañado de un bolso de rafia de la firma gallega Whittelily, las alpargatas de Espardenyes Torres que estrenó el año pasado en Mallorca y los pendientes de diamantes y oro rosado de Gold & Roses, el modelo Crawler Skyline.

Durante su recorrido, los Reyes y sus hijas han podido conocer más acerca de Valldemossa, deleitándose con su iglesia, un edificio de estilo neoclásico que cuenta con claustro, una antigua farmacia, jardín, capilla, biblioteca, sala de audiencias y dormitorios, entre todo el legado histórico y artístico de los cartujos. En este imponente monumento se encuentra, además, la segunda colección privada más importante del mundo sobre Frédéric Chopin y George Sand.

En el conjunto, el museo municipal acoge una sección dedicada a la antigua imprenta Guasp, una colección de arte contemporánea, la sala del archiduque Luis Salvador y la pinacoteca La Serra de Tramuntana. El estudio del pintor Coll Bardolet y el lujoso palacio del rey Sancho son otras de las maravillas culturales de las que los Reyes y sus hijas han disfrutado.