Kate Middleton y su look ochentero y de inspiración Lady Di para el Día de la Commonwealth

Los miles de fans que tiene Kate Middleton han notado un cambio en su vestuario desde que esta se convirtió en princesa de Gales en septiembre, tras la muerte de Isabel II y la ascensión al trono de Carlos III. Según puede leerse en blogs y demás páginas, ahora la esposa del príncipe Guillermo viste más clásica que en el pasado, y eso ya es un decir. Este lunes, Kate ha demostrado esa teoría, no solamente con un estilismo clásico, también con el que ha querido viajar al pasado, concretamente a los años ochenta, luciendo un look de inspiración Lady Di.

Ha ocurrido en la abadía de Westminster, hasta donde los miembros principales de los Windsor se han desplazado para celebrar el Día de Commonwealth con un servicio religioso presidido por los reyes, en el que la princesa de Gales se ha convertido, como suele ocurrir en todos los actos de la familia real británica, en la gran protagonista. Kate ha estrenado un conjunto en azul marino con pequeñas flores en blanco que nos da unas vibraciones muy retro, si bien es de una colección actual de una firma canadiense.

Pertenece a Erdem, la firma canadiense en la que ya ha confiado en el pasado tanto ella como muchas mujeres del mundo de la realeza. Realizado en tela jacquard, la chaqueta es de silueta péplum, con cuello camisero, botones en negro en la parte delantera y también, de menor tamaño, en los puños. La falda, de largo midi, está terminada en vuelo. Al entrar a la abadía, el viento y el movimiento han hecho que esta se le levantara, dejando al descubierto la parte interior, que es justo al revés, con fondo blanco y flores bordadas en azul marino.

Lo cierto es que viendo a Kate con este dos piezas de Erdem, estamos convencidos de que también podría haberlo lucido en su momento su suegra, la princesa Diana. A la madre del príncipe Guillermo y el príncipe Harry también le gustaba apostar por trajes con flores, faldas de vuelo y chaquetas péplum. No solo eso. La princesa de Gales también lo ha combinado de una forma muy -y perdón por la expresión- 'ladydiana', con una gran pamela de ante en azul marino, con un lazo a modo de decoración. El resto de complementos lo formaban una cartera de mano de Emmy London en azul marino y zapatos a juego de Gianvito Rossi.

Kate ha añadido a su estilismo un broche muy importante: el del Príncipe de Gales. Una joya que lució por primera vez hace unos meses, durante la visita de Estado del presidente de Sudáfrica, y que solo pueden lucir las consortes de quienes llevan el título. Fue en el año 1863 cuando el futuro rey Eduardo VII se casó con la princesa Alexandra de Dinamarca en la capilla de San Jorge, en Windsor, y la novia recibió este impresionante broche que también puede ser utilizado como colgante. Un regalo de la sociedad Ladies of North Wales para la nueva princesa.

Cuenta con dieciocho diamantes de talla redonda con pequeñas esmeraldas que rodean el símbolo tradicional del príncipe de Gales, tres plumas de avestruz, que están rodeadas por una corona con el lema ‘Ich Dien’ (yo sirvo). Del broche suele colgarse una esmeralda talla cabujón desmontable. Kate sí llevó la piedra preciosa cuando estrenó el broche en noviembre; sin embargo, para este acto en la abadía de Westminster ha preferido prescindir de él. No solo la ropa escogida por Kate nos recordaba a Lady Di, también los pendientes, de diamantes y zafiros, pues fueron de su propiedad.

Toca el turno ahora de hablar de otra de las mujeres asistentes, Sophie, quien el pasado viernes estrenó su título como duquesa de Edimburgo. Para conmemorar el 59 cumpleaños del príncipe Eduardo, Carlos III decidió seguir la voluntad de su madre y agasajarlo con el ducado de Edimburgo, que hasta 2021 llevaba el marido de Isabel II. Sophie ha optado por el color blanco con un abrigo de Proenza Schouler con maxibolsillos, tocado tipo pillbox de Jane Taylor, salones nude de Prada y bolso de la firma Valextra.

Por su parte, Camila vestía de azul con un abrigo muy sencillo, aunque lo de verdad valioso era la joya que colgaba de él: un broche de reinas. Por primera vez, la esposa de Carlos III ha lucido esta histórica pieza del joyero de los Windsor, conocido como el broche ruso de zafiros. Formado por un gran zafiro en la parte central, está rodeado de diamantes y perteneció a la emperatriz Maria Feodorovna de Rusia. Fue adquirido, en subasta, por la reina Mary, quien se lo cedió a su nuera, la reina madre, y esta a Isabel II, quien lo llegó a lucir en infinidad de ocasiones.