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La boda del duque Eberhard de Württemberg, el 'primer novio' de la infanta Elena
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La boda del duque Eberhard de Württemberg, el 'primer novio' de la infanta Elena

El hijo de Diana de Orleans y el duque Carlos de Württemberg y buen amigo de los Borbones se ha casado en Alemania en segundas nupcias con la galerista germana Gaby Maier

Foto: El duque Eberhard de Württemberg. (Casa de Württemberg)
El duque Eberhard de Württemberg. (Casa de Württemberg)

Corría el verano de 1984 cuando, frente a los periodistas que le esperaban en el mallorquín palacio de Marivent, un distendido rey Juan Carlos salía al paso de los rumores que relacionaban a su hija Elena con el duque alemán Eberhard de Württemberg asegurando que ambos eran "solamente amigos". El noble fue la primera relación sentimental que se adjudicó a la Infanta antes de su noviazgo con el jinete Luis Astolfi y de la irrupción en escena de Jaime de Marichalar, pero la historia les tenía reservado a ambos otro destino.

Mientras la hija de Juan Carlos y Sofía se acabaría casando y divorciando del que fuera duque de Lugo, el hijo del duque Carlos de Württemberg y de Diana de Orleans, a la sazón prima segunda de nuestro emérito, se casó en 2011 con con Desiree Copf, un matrimonio que se disolvió tan solo cinco años después. Ambos tuvieron un hijo, el duque Alexander Ferdinand Peter Mathias Maria, que tiene once años y, según la página del duque Eberhard, padece una "discapacidad física grave".

placeholder  Diana de Francia. (Getty)
Diana de Francia. (Getty)

Fue a finales del año pasado cuando la familia Eberhard anunciaba que el duque se había comprometido de nuevo con la galicista alemana de 53 años Gaby Maier, propietaria de la galería de arte Hirsch de Aidlingen. La duquesa afirma en su página web que "el amor y la pasión por la pintura me acompañan desde que sabía sostener un bolígrafo".

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La boda religiosa tuvo lugar en el castillo de Altshausen, en Baden-Wurtemberg, que volvió a ser escenario de celebración un año después de que se celebrara allí el funeral de Carlos de Württemberg, al que asistieron más de mil personas. Ante una presencia menos concurrida de invitados en esta feliz ocasión, los caminos se cubrieron con largas franjas de alfombras rojas y los alrededores del castillo, donde se erigen las esculturas monumentales de Diana, la duquesa viuda, se llenaron de flores.

A sus 60 años, el hijo de Diana de Francia, como se la conoció durante mucho tiempo en las páginas de sociedad, fue al altar del brazo de su madre, que ahora tiene 83 años, mientras que el padre de la novia actuó como padrino de boda.

Las imágenes compartidas en las redes sociales por algunos de los asistentes a la ceremonia nos sirven para apreciar a los felices contrayentes darse el 'sí, quiero' en la capilla de Saint-Michel del castillo de Altshausen, la residencia oficial del actual jefe de la casa de Württemberg, Wilhelm, el sobrino de Eberhard.

A sus 27 años, Wilhelm de Württemberg es uno de los royals más codiciados de Europa además de un rico heredero. A juzgar por su comportamiento, parece haber heredado de su padre un carácter reservado y discreto, que era así como le definían tras su muerte algunas de las personas que le habían tratado de manera continuada.

placeholder Los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía, en la boda real de Jordania. (RHC)
Los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía, en la boda real de Jordania. (RHC)

Tras esta boda, la incombustible Diana de Orleans pasará como es habitual unos días de descanso en su casa de Palma de Mallorca, antes de acudir en septiembre a la boda de su nieta, la duquesa Amelia, con el barón Franz-Ferdinand von Feilitzsch. Desde la isla ha concedido en ocasiones alguna entrevista a los medios locales, donde no ha dudado en defender a capa y espada a su primo, el rey Juan Carlos.

Por ejemplo, en conversación con 'El Diario de Mallorca', decía hace unos años que el emérito "cometió un error con lo de la caza en Botsuana, todos los periodistas se abalanzaron sobre él, y mi pobre primo se vio atrapado", antes de añadir que "ya es hora de que dejen a don Juan Carlos un poco tranquilo. Es muy humano darle más patadas al más débil en ese momento, al animal herido, y eso no es bueno".

Corría el verano de 1984 cuando, frente a los periodistas que le esperaban en el mallorquín palacio de Marivent, un distendido rey Juan Carlos salía al paso de los rumores que relacionaban a su hija Elena con el duque alemán Eberhard de Württemberg asegurando que ambos eran "solamente amigos". El noble fue la primera relación sentimental que se adjudicó a la Infanta antes de su noviazgo con el jinete Luis Astolfi y de la irrupción en escena de Jaime de Marichalar, pero la historia les tenía reservado a ambos otro destino.

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