Charlène de Mónaco, más efusiva que nunca en público con el príncipe Alberto

El sábado 29 de octubre a la princesa Charlène le esperaba una importante cita a la que no podía faltar. Ella, que vive con pasión el deporte, asistió a la final de la Copa Mundial de Rugby 2023 que se llevó a cabo en el Stade de Francia, en París. El partido era especialmente emocionante para la cuñada de Estefanía de Mónaco, ya que se disputaba entre el equipo de su tierra natal, Sudáfrica, y el de Nueva Zelanda.

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Jorge C. Parcero

Charlène vivió muchos nervios durante el encuentro y finalmente, cuando Sudáfrica se alzó con la victoria, la princesa no pudo contener la euforia, levantando los brazos, aplaudiendo y dando un efusivo abrazo y un beso a su esposo, que parecía feliz por la alegría mostrada por la exnadadora de élite.

No es habitual que la pareja exhiba exageradas muestras de cariño en público, pero esta vez la pasión por el deporte desbordó a Charlène y regaló este cariñoso momento a los fanáticos de la realeza monegasca.

Para la ocasión, la princesa de Mónaco lució un abrigo gris que vistió sobre un jersey negro de cuello alto. Completó el look con unos pendientes de aro dorados.

La esposa de Alberto de Mónaco, que ganó una medalla de plata en natación durante los Juegos de la Commonwealth de 2002, ya se mostró muy efusiva el pasado sábado 21 de octubre cuando acudió como espectadora al partido de semifinales disputado entre su equipo, Sudáfrica, e Inglaterra.

Durante el encuentro, se pudo ver a Charlène eufórica, animando y celebrando con los puños en alto y con abrazos cada buena jugada. Ella y su marido fueron fotografiados interactuando con los jugadores de Sudáfrica en su vestuario y después animando desde las gradas, donde no cesaron de intercambiar impresiones y de compartir la alegría por el buen hacer de los jugadores.

Esa aparición de la princesa se producía después de que la noche anterior a ese encuentro deportivo fuera la gran ausente en una gran cena de gala, el Baile del Centenario, a la que acudió Alberto acompañado de su hermana Estefanía y los hijos de esta, Louis Ducruet, de 30 años, y su hija menor, Camille Gottlieb, de 25. Louis asistió al evento con su esposa, Marie Ducruet.

Tanto Charlène como sus hijos, los gemelos de ocho años, el príncipe Jacques y la princesa Gabriella, no estuvieron presentes en esta cita organizada por el Casino de Montecarlo para honrar la generosidad del príncipe Rainiero III por su participación en obras de caridad, y que en el año 2023 está dedicado a las celebraciones del centenario de su nacimiento.

El mes pasado, con declaraciones a News24 de Sudáfrica, Charlène intentó sofocar los persistentes rumores de crisis en su matrimonio, describiéndolos como "agotadores". En una entrevista anterior con el periódico italiano 'Corriere della Sera', Albert dijo: "No entiendo todos estos rumores, que me duelen, sobre nosotros. Son mentiras".

Por su parte, Charlène sostiene que se siente "serena y feliz" en su matrimonio.