El almuerzo de cumpleaños de la reina Sofía, sin sorpresas

En el cumpleaños de la reina Sofía no hubo sorpresas. La agenda festiva fue muy parecida a la de otras ocasiones y con los familiares que se encontraban en Madrid. El único que fue diferente fue al cumplir los 80 años, donde sí hubo una celebración a lo grande y con foto oficial en la escalinata del palacio de la Zarzuela.

Esta vez, y a pesar de lo que se esperaba, no hay constancia gráfica del almuerzo homenaje a la Reina emérita de este jueves, más que las imágenes captadas por los fotógrafos a la entrada de la Zarzuela. A diferencia de la noche anterior, no fue cóctel sino un menú con un primero de consomé, pescado de segundo y postre con tarta de cumpleaños. Y también, como en años anteriores, los invitados estuvieron sentados. Doña Sofía estuvo muy pendiente de la infanta Margarita.

Parte de los familiares que acudieron al cumpleaños privado de la princesa Leonor también estuvieron acompañando a doña Sofía. Desde su cuñada, la reina viuda Ana María de Grecia, a la princesa Tatiana Radziwill y su marido, el doctor Fruchaud. El matrimonio forma parte de la guardia de corps que la acompaña en los veranos solitarios de Palma. Y hasta hace un tiempo también la princesa Irene, de la que doña Sofía está muy pendiente desde que la salud de su hermana no es la mejor. Las cámaras captaron también a Simeón de Bulgaria y su mujer, Margarita Gómez-Acebo.

Victoria la felicitó por Skype

De los nietos solo faltó Victoria Federica, que va por libre, aunque sí quiso felicitar a su abuela a través de una conversación por Skype. Obviar el cumpleaños de la Princesa de Asturias para viajar a Perú con el grupo de amigos para ver a Roca Rey fue un disgusto grande para doña Sofía. No le valieron las explicaciones que le dio la nieta y ha sido también una tristeza más para la homenajeada.

Doña Sofía no pasa por su mejor momento y esa ausencia aumentó su tristeza, que quedó de manifiesto en el homenaje a Enrique Lora Tamayo como rector de la Universidad Camilo José Cela. Unas lágrimas que pocas veces se habían visto públicamente a pesar de haber vivido situaciones muy duras.

Doña Sofía sí tuvo a su lado, en cambio, a su nieta la infanta Sofía, que hasta el domingo no tiene que volver al internado de Gales. La Princesa de Asturias se tuvo que incorporar a la Academia General de Zaragoza, aunque el día anterior disfrutó de su grupo de amigos del colegio Santa María de los Rosales.

Irene y Miguel Urdangarin, instalados en el palacio de la Zarzuela, casi empalman la noche con el cumpleaños de la abuela real. La noche anterior se fueron de juerga. Como ha mostrado el programa 'TardeAR' en exclusiva, los hermanos vivieron la diversión de Madrid en la discoteca Gunilla. Esta mañana aterrizaba en Madrid otro de los hermanos, Pablo Urdangarin, procedente de Alemania, donde ha estado visitando a su novia.