Amalia de Holanda, pillada de vacaciones de Navidad en Madrid: sus planes en la milla de oro

Que Amalia de Holanda es una enamorada de España no es ningún secreto. Es más, durante los últimos dos años, sus paseos por Madrid han sido toda una constante hasta tal punto que muchos son los que apuntan que vive aquí.

La heredera al trono de los Países Bajos, con residencial oficial en el palacio real de Huis ten Bosch, en La Haya, ha sido pillada comiendo, de compras o sencillamente de paseo por las zonas más nobles de la ciudad en multitud de ocasiones en los últimos meses.

La última, de hecho, ha sido esta misma semana de Navidad en la transitada plaza de la Independencia, que cobija a la Puerta de Alcalá. Aunque cabría esperar que estuviera pasando estos días en familia en Holanda, lo cierto es que la princesa ha preferido viajar a Madrid para disfrutar de la milla de oro madrileña y hacer algunos recados cobijada en el anonimato relativo que le aporta esta ciudad.

De hecho, llama la atención cómo pasa desapercibida en las imágenes de Europa Press a las que ha tenido acceso Vanitatis. Aunque nunca sale de casa sin el equipo de escoltas, que no se separa nunca de ella, lo cierto es que siempre la acompañan de una manera llamativamente discreta para evitar que las miradas se posen en su protegida.

En Madrid, Amalia siempre visita los mismos establecimientos, que conoce bien. Uno de ellos es la conocida cafetería Cappuccino Grand Café, una de las favoritas de la jet y los turistas para tomar algo en su terraza con vistas al parque del Buen Retiro.

No estaba sola. En el plan de ese día, contó con la compañía de una buena amiga, con quien se la vio conversar animadamente y compartir confidencias durante horas. Para la ocasión, dejó las grandes galas con las que suele participar en los actos institucionales como heredera y optó por un look mucho más informal.

Con gafas de sol sobre la cabeza, que recogían su larga melena de la cara haciendo las veces de diadema y abrigada con un estiloso abrigo de paño en color caqui, no hay duda de que la princesa está comodísima disfrutando del ocio de Madrid sin la presión que supone hacerlo en su propio país, donde como en España con Leonor, todas las miradas están permanentemente puestas en ella. En Madrid, hasta puede ir ella misma a hacer algo tan mundano como la compra de la semana a un supermercado normal y corriente.

Largas temporadas en Madrid

Desde que en enero de este año se la fotografió junto a su madre paseando por las calles de Madrid, hay fuertes rumores de que Amalia de Holanda reside en la capital española. De hecho, muchos han sido los testigos que la han visto en estos meses y también las informaciones que la sitúan aquí.

Sin embargo, desde el RVD, el Gobierno holandés, encargado de la comunicación de la familia Orange, no se ha querido dar información sobre este asunto. Según ellos, esto pertenece a la vida privada de la heredera al trono, por lo que prefieren mantener la discreción y no entrar a confirmar ni a desmentir el paradero permanente de la princesa heredera.

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N.T.

Por lo pronto, durante este año, muchas han sido las ocasiones en las que ha sido fotografiada por el barrio de Salamanca, donde se intuye que tiene un apartamento. El pasado mes de noviembre, fue la reina Máxima la que viajó a España para reunirse con ella aquí.

Madre e hija disfrutaron de varias salidas juntas, y se las pudo fotografiar en esos momentos. En las imágenes, vemos a Máxima luciendo la misma ropa que eligió para su visita a Madrid en enero, un conjunto verde y gris con capa a juego. Sin embargo, al no ser las temperaturas tan bajas, esta vez la argentina aparece sin gorro, aunque con el mismo bolso de Hermès gris. Por su parte, Amalia llevaba el mismo abrigo caqui que en la terraza del Cappuccino Grand Café y una bufanda roja.

Una vida a caballo entre los dos países que le permite recuperar un poco de la normalidad perdida tras las amenazas de la mafia. “Echo de menos la vida normal, la vida de estudiante. Andar por la calle, poder ir a una tienda”, confesó hace poco la propia Amalia. Quizá en nuestro país haya encontrado el refugio perfecto para ser tan solo Amalia, y no la princesa de Orange que es por nacimiento.