Joaquín de Dinamarca, junto a su hermano tras convertirse en rey a pesar de su "complicada relación"

Apenas unas horas después de que, entre el fervor popular de sus súbditos, Federico X fuera proclamado nuevo rey de Dinamarca, el monarca y su familia se han puesto manos a la obra para su primer día de trabajo oficial con su presencia en el Parlamento danés en una sesión que celebra el cambio de trono en la nación escandinava. En medio del frío invernal reinante en Copenhague, varios miembros de la familia real estaban preparados para recibir a la nueva pareja real con grandes sonrisas, pero, curiosamente, sin reverencias para la reina consorte. Entre ellos, la princesa Benedicta, la reina Margarita y el príncipe Joaquín, al que apenas pudimos ver el día de la proclamación. El hermano pequeño de Federico no salió al balcón a saludar a sus compatriotas y tan solo apareció unos segundos en el vídeo oficial del evento.

Joaquín y Federico han escenificado de cara a la galería un nuevo acto de reconciliación después de la polémica decisión de su madre de retirar a sus hijos los títulos de príncipes. Obviamente, esto sentó muy mal al príncipe y su familia, quienes no dudaron en quejarse públicamente en varias entrevistas. En una de ellas, se les cuestionó al príncipe y a Marie sobre su relación con los herederos. “¿Cómo es vuestra relación?”, preguntó el reportero. "Como puede ser", respondió Joaquín. “Entonces, ¿es complicada?”, insistió el reportero. "Es complicada. Eso es todo", afirmó la princesa Marie, corroborando la narrativa de que hay, desde hace años, una escisión familiar.

Durante la sesión, han pronunciado discursos el presidente del Parlamento danés, Søren Gade, y la primera ministra de Dinamarca, la socialdemócrata Mette Frederiksen, que se ha deshecho en elogios con el nuevo monarca. Entre los términos que le ha dedicado ha mencionado que es "aventurero", "una figura unificadora", "auténtico cosmopolita" y "popular".

También ha elogiado la figura de la reina Margarita diciendo que "no me cabe duda de que será recordada como una de las más grandes soberanas de la historia mundial", antes de añadir que "si te fijas, madre e hijo tienen muchas cosas en común. Entre ellas, su relación con las Islas Feroe y Groenlandia, y que ambos hablan varios idiomas", señalaba la primera ministra.

"Sabemos que el Rey tiene la determinación necesaria para cumplir la tarea y la responsabilidad", proseguía diciendo en su discurso, antes de destacar el "profundo sentido del deber" del rey Federico X.

Sobre la nueva reina también ha tenido buenas palabras la política, diciendo de ella que "el Rey tiene en su esposa un apoyo inestimable. La diligente, talentosa y extremadamente popular reina Mary", dice.

Siguiendo la tradición, Frederiksen ha leído también unas breves palabras de Federico X que comenzaban así, en plural mayestático como es habitual: "Nosotros, Federico X por la gracia de Dios, rey de Dinamarca, anunciamos que nuestra querida madre ha abdicado al trono el 14 de enero de 2024 en el Consejo de Estado".

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Sobre su madre, el nuevo soberano de los daneses ha resaltado que "ha tenido como objetivo lo mejor de Dinamarca" y que "su amor por todo el Reino ha sido recíproco, le debemos a la Reina nuestra gratitud". Finalmente ha asegurado que asume una "vocación responsable" y que "ahora haremos todo lo posible por cumplirla. Serviremos al reino danés en todo el tiempo que se nos conceda".

Para la ocasión solemne, la reina Mary ha apostado por ir vestida de azul royal de pies a cabeza, mientras llevaba una joya con un significado especial. Llegando al edificio en compañía de su marido y del príncipe heredero Christian, la australiana lució un traje de dos piezas, acompañado de un sombrero de plumas y unos altísimos tacones de aguja. Lo completaban unos guantes a juego y un bolso de piel. Mary también lució un broche de zafiro con diamantes y perlas con un gran significado para ella, ya que se lo regaló su suegra, la reina Margarita, poco después del nacimiento de su primer hijo y lo lució por primera vez en su bautizo a principios de 2006.

Tras esta significativa reunión, que ha concluido con la actuación de un coro de voces infantiles, en el Salón del Parlamento está prevista una recepción para los diputados y otros invitados especiales.