Así era de joven Dwayne Johnson: luchador, con pelo y en la ruina

Pocas personas pueden presumir de haber tenido una carrera tan sólida en tantos ámbitos diferentes como Dwayne 'The Rock' Johnson. En el mundo de la lucha libre, fue apodado el Grande y el Campeón del Pueblo, y en el mundo del cine, sus películas han recaudado más de 10.000 millones de dólares en todo el mundo.

Además, tiene 342 millones de seguidores en Instagram; su autobiografía del año 2000, 'The Rock dice...', fue el número 1 en la lista de bestsellers del 'New York Times', y cuando decidió sacar unas zapatillas deportivas con la marca Under Armour, se agotaron en menos de 24 horas. Todo ello le ha ayudado a encabezar la lista de actores mejor pagados en Hollywood durante dos años consecutivos.

No es de extrañar que el propio Johnson asegure que su vida ha sido como la de Forrest Gump. Pero ¿cómo era el joven Dwayne antes de convertirse en la masa de músculos más famosa del planeta?

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Pues para empezar, antes de que le apodaran la Roca, tuvo que lidiar desde bien pequeño con otro apelativo mucho menos poderoso. Cuando tenía unos seis meses, estaba con sus padrinos y su madre le preguntó si tenía el pañal mojado. Su madrina respondió: "No. Solo está un poco mojadito", recordó el actor en una conferencia. "Durante años, cuando estaba con una novia o unos amigos, venían y me decían '¡hey, mojadito!', automáticamente", se lamentaba Johnson.

No sería esa su última decepción vital, ya que antes de dedicarse al deporte y a la actuación, su sueño era convertirse en un experto criminalista y trabajar para la CIA. Pero finalmente se dio cuenta de que con sus malas notas de instituto nunca lo iba a lograr. Eso sí, no se rindió por completo y terminó graduándose en la Universidad de Miami con una licenciatura de estudios en criminología y fisiología.

A esa universidad llegó después de conseguir una beca por sus fenomenales dotes jugando al fútbol americano. Un profesor incluso le dijo que tenía muchas posibilidades de llegar a la NFL. "Tengo mi billete. Se me pone la piel de gallina solo de pensarlo. Lo conseguiré, ganaré dinero, mis padres podrán mudarse de su apartamento. Ya está", reconocía a la revista 'GQ' que pensó en aquel momento.

Pero las cosas no terminaron así. Después de sufrir lesiones y atravesar una depresión, terminó siendo despedido de su equipo en las ligas menores. Así que en 1995 volvió a Miami y llamó a su padre para que le recogiera. Mientras iban en coche por la autopista, Johnson se preguntó a cuánto ascendía todo su dinero. "Saqué mi cartera y, sí, tenía uno de cinco, un billete de un dólar y algo suelto. Recuerdo que pensé 'todo lo que tengo son siete dólares'. En ese momento quería mucho más", dijo en otra ocasión a 'Esquire'.

"Era como si el éxito que tanto deseaba y por el que tanto había trabajado durante años estuviera sucediendo a mi alrededor, a todos los demás, menos a mí. Nunca lo olvidaré". De hecho, no lo olvidó, ya que años más tarde llamó a su productora Seven Bucks Production.

Dando un giro a su carrera, Johnson se convirtió en el primer luchador de tercera generación en la WWE, un legado que comenzó con su abuelo, el High Chief Peter Maivia, nacido en Samoa. Su padre, Rocky Johnson, conocido como Soul Man, aprendió el oficio de Maivia antes de casarse con su hija.

Cuando Rocky se retiró en 1991, empezó a entrenar a su hijo hasta que este debutó en 1996. Johnson dedicó a su padre el premio Trailblazer de la Asociación de Críticos de Hollywood en 2021, diciendo: "Por muy complicada que fuera nuestra relación, él fue un verdadero pionero porque lo que hacen los pioneros es cambiar el comportamiento de la gente. Y eso es lo que él hizo".

En un abrir y cerrar de ojos, parecía que Johnson estaba de repente en la cima de las industrias de la lucha libre y del cine, pero en realidad todo era parte de un plan largamente calculado. "Empecé a retirarme discretamente de la lucha profesional cuando tenía 29 años", dijo en un vídeo de Instagram en 2020.

"Quería tener una carrera realmente duradera, que tuviera peso, que tuviera valor", explicó. Así que se aplicó a fondo, trabajando con profesores de interpretación, y se marcó un plan de 10 años. "Quería ser el número uno de taquilla en Hollywood", aseguraba. Empezó a conseguirlo con su primer papel importante en 'El rey escorpión' en 2002... y el resto es historia.