Muere a los 90 años el último actor de 'Lo que el viento se llevó', Mickey Kuhn

En julio de 2020, la muerte de Olivia de Havilland a los 104 años generó un sinfín de titulares. Además de catalogarla como 'la última superviviente del Hollywood clásico' (sin tener en cuenta que luminarias como Kim Novak o Tippi Hedren aún siguen vivas), también se dijo de ella que era la última superviviente de 'Lo que el viento se llevó'. En efecto, ella era la última con vida del cuarteto protagonista, pero no del reparto completo de la película. Ese honor le correspondía a Mickey Kuhn, actor infantil que en la película encarnaba, precisamente, a su hijo, Beau Wilkes, que apenas aparece unos minutos en pantalla en una de las últimas secuencias del film.

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Alexandra Benito

Según han anunciado medios norteamericanos como 'People', el actor ha fallecido en un hospital de Naples (Florida), a los 90 años de edad. Ha sido Barbara, su esposa, la que ha comunicado el fallecimiento, asegurando que su marido gozó de buena salud hasta hace apenas unos meses. Aunque era muy conocido por su participación en la superproducción de David O'Selznick que, según la inflación, sigue siendo la película más vista de la historia, Kuhn también estuvo en otros dos grandes clásicos. 'El extraño amor de Martha Ivers', emblema del cine negro con Barbara Stanwyck y Kirk Douglas de protagonistas, fue una de ellas. El pequeño, ya entonces muy presente en el cine de Hollywood, dio vida al personaje de Douglas en su faceta de niño, durante el prólogo del film. La película de Lewis Milestone era un auténtico estandarte de los 'noirs' que se estrenaban por aquellos años, tras la Segunda Guerra Mundial.

En 1948, un casi adolescente Kuhn apareció en otro gran clásico del western, 'Río Rojo', dirigida por Howard Hawks y protagonizada por unos vitriólicos John Wayne y Montgomery Clift. Aunque su presencia era meramente anecdótica, la cinta fue otro de los eslabones de una carrera algo irregular que había comenzado cuando solo tenía dos años, en 1934. Fue entonces cuando intepretó a un bebé adoptado en 'Change of Hearts'. La protagonista de aquel film era otro gran mito de Hollywood, Janet Gaynor, estrella del cine mudo y protagonista de la primera versión de 'Ha nacido una estrella'. Sin embargo, el cine no fue lo que alimentó la carrera profesional de Kuhn.

Padre de dos hijos, tras retirarse del mundo del cine, asumió un cargo en la gestión de aeropuertos de American Airlines. También se hizo cargo de puestos administrativos en el aeropuerto de Boston, antes de jubilarse en 1995. Durante los últimos años, Kuhn ha sido partícipe de muchos actos en los que daba a conocer los entresijos del rodaje de 'Lo que el viento se llevó', del que apenas tenía vagos recuerdos. La secuencia más famosa en la que aparece es aquella en la que Melania (Olivia de Havilland) está en su lecho de muerte y él es cogido en brazos por su padre en la ficción, un afligido Ashley (Leslie Howard).

Los recuerdos de Kuhn sobre el rodaje se convirtieron en oro puro para los 'windies', apodo con el que se conoce a los fans de la mítica cinta. "Con toda humildad, debo decir que para mí fue “solo otro día de trabajo”. Sin embargo, cuando Victor Fleming (el director que figuraba en los créditos, pese a que la película también la dirigieron George Cukor o Sam Wood) me llevó a un lado y comenzó a prepararme una "escena" sobre la muerte de Melanie, para hacerme llorar, y también cuando me dejó "dar un puñetazo" para que dejara de llorar, fueron dos momentos memorables. También cuando Cammie (que en la película interpreta a Bonnie, la hija de Rhett y Escarlata) y yo tuvimos una escena con Clark Gable y 'me equivoqué' en mis líneas tres veces; eso fue muy memorable", recordaba él mismo.

Aunque en los últimos años ha sido tildada de racista (HBO llegó a retirarla unas semanas de su catálogo y volvió a introducirse con una explicación del contexto histórico), 'Lo que el viento se llevó' sigue siendo el mayor emblema del Hollywood clásico y la película más popular del siglo XX. Y solo por eso, Mickey Kuhn, cuyo nombre puede que no le suene a casi nadie, forma parte de la historia del cine y será, para siempre, aquel niño pequeño que lloraba la muerte de su madre, la inolvidable Melania Hamilton.