Tallulah Willis habla del matrimonio de su madre, Demi Moore, con Ashton Kutcher

La hija pequeña de la mítica actriz de ‘Ghost’ y Bruce Willis se abría en canal con la presentadora Ronda Rousey en el estreno del reality ‘Stars on Mars’, cuando le preguntaba cómo había sido crecer con padres tan famosos. Tallulah aseguraba, a sus 29 años, que no fue consciente de ello hasta que su madre empezó a salir con el también actor Ashton Kutcher.

Una relación que pareció marcar a la joven para siempre y que fue un difícil momento para ella. “Fue como en 2003 y mi madre empezaba a salir con Ashton”, recordaba, “fue ese momento y muchas cosas estaban pasando, y realmente me metí dentro de mí”.

Unas afirmaciones que comparaba con una analogía: “Eso me llevó a estar como en el medio de un contenedor en llamas. Fue realmente duro, todavía estoy procesándolo”, aseguraba. Un duro trance que le pilló con apenas 8 años y supuso un boom mediático para la pareja, que estuvo casada de 2005 hasta 2011, aunque firmaron el divorcio en 2013.

Actualmente, Tallulah reconoce que ha encontrado el lado positivo y solo tiene amor para su madre y su familia, especialmente desde que su padre fuera diagnosticado con demencia frontotemporal.

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La prensa se hizo eco de la relación de Demi Moore con Kutcher cuando ella contaba con 40 años y él con 25. El actor de ‘Aquellos maravillosos 70’ reconocía en febrero de 2020 que hace “un esfuerzo realmente consciente para mantenerme en contacto con las chicas”. Fue en el pódcast de Marc Maron, donde aseguró: “Las quiero y nunca voy a dejar de quererlas”. A día de hoy, Kutcher tiene dos hijos con Mila Kunis: Wyatt, de 8 años, y Dimitri, de 6.

Recientemente, Tallulah se sinceraba en la revista ‘Vogue’ norteamericana, en la que no solo hablaba de la demencia de su padre, sino también de su falta de autoestima, pues llegó a pensar que la “falta de respuesta” de su padre se debía a que “había perdido interés en mí” tras haber tenido dos hijas con Emma Heming. Algo que hoy sabe que no puede estar más alejado de la realidad.

En ocasiones se torturaba siendo adolescente con pensamientos del tipo “no soy lo suficientemente guapa para mi madre, no soy lo suficientemente interesante para mi padre”. Una dura etapa que ha enfrentado durante la última década luchando contra la anorexia, además de un trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Incluso estuvo internada por sufrir depresión y sufrió de adicción a ciertas sustancias, aunque contaba que está sobria desde los 20 años.