El gran cambio físico de Oscar Pistorius tras salir de la cárcel 10 años después

El 14 de febrero de 2013, la meteórica carrera del atleta paralímpico Oscar Pistorius daba un giro de 180 grados. El sudafricano acababa con la vida de su novia, la modelo Reeva Steenkamp, tras dispararle repetidas veces a través de la puerta del baño del domicilio que compartían en Pretoria.

El corredor, conocido como Blade Runner por la forma de guadaña de las prótesis que utilizaba para correr, y con las que llegó a competir con atletas sin discapacidades en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, obtuvo el pasado 5 de enero la libertad condicional, tras haber cumplido la mitad de la pena de trece años y cinco meses que le impuso la Justicia sudafricana.

En 2013, Pistorius tenía 26 años, y su novia, Reeva Steenkamp, 29 años. Llevaban saliendo juntos tres meses. El atleta alegó que la había confundido con un intruso, y que por ese motivo había disparado. Sin embargo, ya había protagonizado previamente episodios de ira y también con armas de fuego.

Casi once años después de la muerte de la modelo, Oscar Pistorius está lejos de ser el atleta fuerte y bien parecido que entró en prisión por primera vez en octubre de 2014. Aunque no hay imágenes de su estado físico actual, el diario ‘Daily Mail’ asegura que ha engordado mucho, tanto que las prótesis que utilizaba para caminar ya no le sirven.

Además, su altura ha disminuido, presumiblemente, según fuentes de la prisión, “porque sus músculos están mucho más débiles, y se le han proporcionado nuevas prótesis porque las antiguas ya no le servían”. Además, en prisión empezó a fumar y se ha convertido en un fumador empedernido, y sufre de ansiedad y paranoia ante la posibilidad de que le hagan daño o tener que enfrentarse al odio de la sociedad.

Pistorius vive, desde su puesta en libertad condicional, en la casa de su tío en Pretoria, donde deberá permanecer hasta que finalice su condena, en 2029. Allí, según el citado medio, no ha salido de su habitación desde que dejó la prisión, y se dedica a leer su biblia, jugar a videojuegos y ver partidos de la Premier League en la televisión.

Sí ha recibido la visita de su hermana Aimee, y se les ha escuchado reír y bromear en afrikáans. Su médico, el doctor Versfeld, aseguraba en el citado medio que cree que “no está preparado para enfrentarse al mundo”, y piensa “que le llevará mucho tiempo salir (de la casa de su tío)”.