¿Quién es Clara Bow? De ser la primera 'it girl' a inspiración de Taylor Swift para una canción

En su último disco, ‘The Tortured Poets Department’, Taylor Swift ha dado cera a su exnovio, pero no se ha quedado a gusto solo con eso. La cantante ha criticado a la industria del entretenimiento. Después de escuchar “te pareces a tal mujer, pero eres mucho mejor en esta cosa”, la estadounidense ha decidido vengarse como mejor sabe hacer: con canciones. Ha utilizado las odiosas comparaciones que le hacían con dos grandes estrellas como Clara Bow y Stevie Nicks para crear una canción con el nombre de la primera.

Las historias de ambas tienen similitudes. La fama les ha acompañado, la prensa y la opinión pública intentaron socavarlas e incluso cada una salió de reducidas poblaciones de dónde nadie esperaba que triunfara. “Nadie en mi pequeño pueblo pensó que vería las luces de Manhattan", canta Swift en ‘Clara Bow’. La verdad es que la actriz del cine mudo salió de mendigar en las calles de Brooklyn, Nueva York, directa al olimpo de Hollywood, donde se convirtió en una de las intérpretes mejor pagadas.

Una historia sobre cómo la misma industria que te eleva te desecha por no seguir el camino que marcan, por saltarse las convenciones establecidas; ahora convertida en melodía. Una crítica contra la forma que tiene la sociedad de enseñar a “las mujeres a verse a sí mismas como si pudieras ser la nueva sustituta de esta mujer que ha hecho algo grande antes que tú", explica Swift para Amazon Music.

Bow nació en junio de 1905 en el barrio neoyorquino de Brooklyn. Por aquel entonces, no era el máximo exponente de la modernidad como es ahora. Era un lugar tenebroso y oscuro del que era mejor huir. Su infancia fue desoladora. Vino al mundo en el seno de una familia muy pobre, en la que sus dos hermanos mayores murieron al poco de nacer.

Su madre era drogadicta y esquizofrénica y no esperaba que su hija sobreviviera. De hecho, ni siquiera pidió su partida de nacimiento. Años más tarde intentó matarla hasta en dos ocasiones debido a su enfermedad. Su padre tampoco fue el mejor referente. Alcohólico y violento, maltrataba a su mujer y su hija y la violó cuando era adolescente.

Tampoco consiguió hacer amigas. Las niñas del barrio le reprochaban los harapos que llevaba por ropa. “Nadie me quería. Siempre estaba sola y asustada. Nunca tuve una muñeca en mi vida. Nunca tuve ropa, y muchas veces no tuve nada para comer. Simplemente sobrevivíamos, y eso es todo”, explicaba a la prensa.

Pese a todo lo que le hicieron, siguiendo el cánon de buena hija, Bow le financió diferentes negocios a su padre y lo sacó de Brooklyn a Los Ángeles cuando su madre murió. La respuesta de él fue difamarla a cambio de dinero en cuanto encontró el momento, pero esos son hechos que pertenecen a un capítulo más adelantado de su historia.

En busca de una nueva vida

El concurso 'The Fame and Fortune Contest' fue su billete hacia una nueva vida. En 1921 lo ganó y tuvo el honor de aparecer en una película. Aunque su papel fue cortado por no ser femenina, ella se había propuesto ser actriz y lo consiguió.

Quedarse con el trofeo no le abrió las puertas, por lo menos en Brooklyn. Cansada de ser rechazada por su edad, su peso o altura, decidió meter en una maleta sus pocas pertenencias y probar suerte en la mejor gran pantalla. O lo que es lo mismo, Hollywood.

En la tierra de los sueños, hizo por conseguir los suyos. Muchas eran las jóvenes que intentaban salir de la pobreza a través del cine. Bow lo consiguió gracias a algo que nadie sabía explicar, tenía algo que la hacía especial. Un no sé qué que llamó la atención del productor B. P. Schulberg, con el que firmó su primer contrato en Paramount. Lo que empezó con papeles secundarios, terminó por protagonizar innumerables películas. Solo en 1925 salió en 15 títulos.

Pero su historia siguió siendo trágica. Su ascenso al éxito se vio salpicado por la explotación sexual y laboral del ejecutivo. De la misma forma que lo hizo con muchas de las actrices que pasaron por sus estudios.

Clara Bow no era una más. Su encanto natural, sus expresivos ojos oscuros, su caída de pestañas y sus gestos la elevaron. En toda su carrera hizo 57 películas, 46 de ellas mudas. Hacer cine sin sonido incluso ayudó a su interpretación, pues su magnetismo era palpable hasta sin poner voz a los diálogos. Su imagen en pantalla era tan potente que inspiró al personaje de Betty Boop.

Encarnaba todos los valores modernos y formó parte del movimiento 'flapper' que invitó a las mujeres a quitarse el corsé que les apretaba, física y mentalmente. Era un nuevo estilo de vida para las jóvenes que optaron por acortar sus faldas, llevar melenas bob (por encima de los hombros como ahora está de moda) y usar boquillas en los cigarros. Es decir, mujeres que desafiaron las convenciones sociales y culturales de la época. Y Clara Bow era la viva imagen de esa tendencia. Incluso fue la primera en pintarse los labios en forma de corazón.

Las mujeres querían parecerse a ella, los hombres estaban enamorados de ella y los directivos de las productoras veían como sus bolsillos se llenaban con películas vacías que su presencia llenaba. Lo tenía todo, pero todavía iba a subir un escalón más.

“'Eso', es el magnetismo irresistible y cautivador que subyuga a ambos sexos y que abarca algo que va más allá de la mera belleza física.”, escribió la novelista Elinor Glyn y lo aplicó a Bow. Paramount vio claro el negocio y le pidió un guion con la actriz como protagonista. Así nació ‘It’ en 1927.

En la película, Betty Lou es una vendedora de unos grandes almacenes que tiene mucho "eso", it en inglés, de lo que tanto se habla y persigue a un apuesto hombre de negocios. Si ya era una estrella antes, la cinta la catapultó a ser la primera it girl. Dos años después protagonizó ‘Alas’, de William A. Wellman, la primera película que se llevó un Oscar.

“La belleza es una bestia que ruge a cuatro patas exigiendo más”, canta Swift en ‘Clara Bow’. En este caso, “más” significa “voz”. El declive de la artista se produjo al mismo tiempo que el cine introdujo el sonido.

Triunfó en los años 20, y solo en esa década, porque casi que cuando la bolsa cayó, su popularidad también. La vida de la intérprete era la carnaza de los periódicos. Desde Hollywood intentaron por todos los medios que la actriz ocultara su vida de soltera y se “comportara como una dama”. Pero ella era una adelantada a su tiempo y le daba igual, por lo menos aparentemente, ser portada.

Sus romances con grandes estrellas como Gary Cooper o el director Victor Fleming eran públicos y se utilizaron para acabar con su reputación. Como le pasó a Swift, que se retiró tres años tras la polémica con Kim Kardashian y Kanye West en 2016, por la que fue cancelada por la opinión pública.

Bow tuvo que ir a declarar por estos escándalos. La relacionaron con un hombre casado y su mujer le denunció por adulterio. Con todo esto, la actriz hizo famosa la frase: "Cuanto más conozco a los hombres, más amo a mi perro".

Una cita que el diario Coast Reporter tomó al pie de la letra. El momento más crítico de su linchamiento vino a raíz de sus reportajes. En ellos aseguraban que mantenía sexo en público, hacía tríos con prostitutas y practicaba la zoofilia con sus mascotas, un perro y un koala, entre otras. En este carro se subieron familiares a los que no había ni conocido con historias inventadas que terminaron por difamarla dado que la gente se lo creyó todo.

Del cine mudo al sonoro

Lo que había hecho fuerte a Bow, empezaba a desaparecer. Las flappers eran sustituidas por la siguiente moda y el cine empezaba a tener sonido. La historia del protagonista de ‘Babylon’ es la de Bow. Su acento de barrio no encajaba en las producciones porque las estrellas eran sofisticadas. Además, no contaba con el apoyo de sus compañeros, que nunca la trataron de igual a igual. Les recordaba los bajos fondos de donde habían huido.

Era el momento de nuevas estrellas como Jean Harlow. Y en ese mundo, cuando ya no sirven, las reemplazan. Con 28 años, tras sufrir un colapso nervioso, dejó la interpretación. Sufría depresión e intentó suicidarse. Más tarde, en 1949, la ingresaron en una institución mental donde le diagnosticaron esquizofrenia, como su madre, y la trataron con electroshock. Swift ha querido retratarlo en el videoclip de ‘Fortnight’.

Entre todo este vendaval, la it girl se casó con el actor Rex Bell y tuvo dos hijos. La pareja coincidió en el rodaje de 'True to the Navy', de 1930, donde se enamoraron. A los 60 años, la vida se le paró por un fallo cardíaco. Su última aparición pública ocurrió en 1962, durante el funeral de su esposo.

“Lo único que pido es que me dejen en paz y tener la intimidad a la que todo el mundo tiene derecho", pidió en Motion Picture cuando se retiró del ojo público. Ahora, Taylor Swift la ha vuelto a poner en el foco, algo con lo que sus bisnietas están de acuerdo, según afirmaron en ‘People’ al enterarse de la noticia. Una revisión a un referente que con su naturalidad se enfrentó al star system (un poco la historia de la cantante) y que se ha salvado de caer en el olvido de la generación Z.