'Wicked' y la inspiradora historia de la primera Elphaba, la Bruja Mala: madre divorciada y superviviente en Hollywood
La actriz fue secundaria en un sinfín de películas del cine clásico de Hollywood. 'El Mago de Oz' la convirtió en leyenda y también le dio más de un disgusto
Nadie lo diría, pero 'Wicked' es el primer musical basado en una obra de Broadway que ha batido récords de recaudación en su primer fin de semana. Número 1 en la mayoría de países donde se ha estrenado, ya se puede considerar un éxito global. Al cierre de este artículo, la película de John M. Chu lleva recaudados más de 164 millones de dólares en todo el mundo, lo cual supone ya un beneficio, puesto que costó 150. A esa cifra habría que añadirle la impresionante campaña promocional de Universal. El triunfo era esperado por unos fans que llevan dos décadas deseando ver la adaptación cinematográfica. Al contrario de lo que suele suceder con este tipo de blockbusters, la crítica también ha dado el visto bueno. Los nombres de Ariana Grande y Cynthia Erivo ya suenan fuerte para los Oscars, Globos de Oro y premios que se avecinan estos meses de invierno. Y otros hablan ya, directamente, del mejor musical hollywoodiense desde 'La La Land'.
Erivo declaraba hace poco, en una de las miles de entrevistas que estos días ofrece en la televisión norteamericana, que su gran inspiración para ser Elphaba ha sido Margaret Hamilton. Hamilton fue la primera que dio vida al personaje de los cuentos de L. Frank Baum en 'El mago de Oz', ese clásico del cine del que parte todo el universo 'Wicked'. Al fin y al cabo, se trata de una especie de precuela que homenajea a la película original no solo en sus créditos (la tipografía es la misma que el film de 1939) o en la imagen que aparecen, muy de paso, Dorothy junto al hombre de hojalata, el espantapájaros y el león cobarde. También le rinde pleitesía en detalles como las uñas de la protagonista. "Tenía en mi cabeza las imágenes de Margaret Hamilton. Es realmente agradable encontrar fragmentos de esas cosas para crear algo y luego agregarle algo propio".
Pero, ¿quién fue realmente Margaret Hamilton? Comencemos por la vida personal que la llevó a la meca del cine: desde 1931 a 1938, la actriz estuvo casada con Paul Boynton Meserve. Divorciada, madre de un hijo y con pocos recursos económicos, en aquellos años de Depresión encontró trabajo casi por casualidad en la Metro-Goldwyn-Mayer. Poseedora de un físico no normativo, tuvo que enfrentarse a muchos personajes etereotipados y poco lucidos. Todo valía con tal de que a su hijo, que entonces tenía dos añitos, no le faltase algo que llevarse a la boca. El gran cambio en su trayectoria llegaría cuando su agente le anunció que podría ser la bruja de 'El Mago de Oz', la superproducción que estaba preparando el estudio para igualar o superar el éxito de la 'Blancanieves' de Walt Disney. Eso sí, el papel le llegó de rebote.
Inicialmente, la bella Gale Sondergaard había sido la actriz elegida para hacer el mal. Pero al productor, Mervyn LeRoy, no le convencía demasiado una bruja glamurosa, de largas pestañas y toneladas de sex appeal. Cuando empezaron a ponerle verrugas y a maquillarle la cara de verde, la propia Sondergaard se horrorizó con su aspecto. Negándose a aparecer fea en pantalla y perder a sus seguidores, acabó por abandonar el proyecto, dejando la vía libre a Hamilton. Esta última recordaba, divertida, cómo llegó el personaje a sus manos en una entrevista realizada en los años 80: "En ese momento necesitaba dinero, había hecho unas seis películas para MGM y me llamó mi agente. Le dije: "¿Sí?" y me dijo: "Maggie, quieren que hagas un papel en El mago...". Me dije: "¡Vaya, El mago de Oz! Ha sido mi libro favorito desde que tenía cuatro años". Le pregunté qué papel querían y me dijo: "La bruja". Le pregunté: "¡¿La bruja?!!!. Y mi agente dijo: "Sí, ¿qué otra cosa ibas a ser?", exclamó entre las risas del público.
El personaje de la Bruja del Oeste la haría inmortal, sobre todo cuando la película se repuso en televisión a finales de los años 50. Cada emisión anual suponía todo un acontecimiento; un evento que acabó compensando que 'El mago de Oz' no tuviese demasiada fortuna en las salas durante su estreno inicial. Pese a que los niños la creían la más mala del universo, los que conocieron a Margaret Hamilton saben que su personalidad no tenía nada que ver con la una bruja. Más bien al contrario: su primer trabajo fue como maestra de un jardín de infancia. Y durante toda su vida amó a los pequeños y compaginó la enseñanza con su trabajo en Hollywood. Era difícil, según ella, explicar a los niños por qué era "tan mala con Dorothy" o hacerles entender que aquello no era más que un trabajo, una interpretación muy alejada de la realidad.
En la película de Victor Fleming (él firma la cinta, aunque por el rodaje también pasaron King Vidor o George Cukor) también la vemos intentando deshacerse de Totó, ese perrito tan inseparable de Dorothy como su cesta de mimbre. Otra diferencia con la verdadera Hamilton, que en realidad fue una defensora y amante de los animales hasta el fin de sus días. No son pocas las veces que hizo obras de caridad para animales sin hogar, apareciendo con su gato en televisión o pidiendo que se esterilizara a las mascotas para evitar que las crías fuesen abandonadas. Para más inri, tenía un perro salchicha llamado Otto.
De todas las anécdotas del rodaje de 'El mago de Oz', hubo una por la que siempre le preguntaron: la de aquel día en el que casi sale del plató con heridas graves en su rostro. La actriz se enfrentó a un agresivo maquillaje verde que era tan fastidioso como el de sus compañeros de reparto. En una secuencia, la bruja desaparece tras una nube de humo rojo. En realidad, una compuerta oculta en la parte del suelo la hacía bajar en una especie de ascensor para desaparecer milagrosamente. Los especialistas se equivocaron y la nube resultó tan real que casi le quema la cara a Hamilton. Ella misma contaba que el color verde no salió de su piel durante varias semanas debido al maquillaje incrustrado.
Generosa hasta el final de sus días, a algunos fans de la película los llegó a recibir en su apartamento de Nueva York, donde también confesaba que en ciertos momentos de la película, como aquel en el que el mago (Frank Morgan) otorga sus deseos a los protagonistas, la llevaban a las lágrimas. "Frank era así en la vida real", comentaba.
Llamada 'Maggie' por todos los que la conocían, también se he hablado de cómo se convirtió en la gran protectora de Judy Garland, que ya por entonces arrastraba el peso de ser una niña prodigio medicada y explotada por el estudio y por su propia madre. La actriz y cantante nunca olvidó la bondad de su compañera de reparto y se siguieron viendo durante toda la vida.
Era un hecho que la filantropía y el ayudar a los demás se convirtieron en las grandes misiones de Hamilton en los últimos años de su vida (falleció en 1985, cuando 'El mago de Oz' ya era más que un fenómeno cultural). Cuando vivió en Connecticut, organizó maratones de lectura para la investigación de una medicina contra la esclerosis múltiple. No era raro verla con los ganadores del concurso infantil, o escucharla contar anécdotas sobre esa bruja que la convirtió en mito y que aún hoy sigue siendo la protagonista de grandes historias. Cynthia Erivo y todas las que vinieron después tienen, por tanto, una gran deuda con esta mujer de nariz aguileña, simpatía demostrada y bondad infinita llamada Margaret Hamilton.
Nadie lo diría, pero 'Wicked' es el primer musical basado en una obra de Broadway que ha batido récords de recaudación en su primer fin de semana. Número 1 en la mayoría de países donde se ha estrenado, ya se puede considerar un éxito global. Al cierre de este artículo, la película de John M. Chu lleva recaudados más de 164 millones de dólares en todo el mundo, lo cual supone ya un beneficio, puesto que costó 150. A esa cifra habría que añadirle la impresionante campaña promocional de Universal. El triunfo era esperado por unos fans que llevan dos décadas deseando ver la adaptación cinematográfica. Al contrario de lo que suele suceder con este tipo de blockbusters, la crítica también ha dado el visto bueno. Los nombres de Ariana Grande y Cynthia Erivo ya suenan fuerte para los Oscars, Globos de Oro y premios que se avecinan estos meses de invierno. Y otros hablan ya, directamente, del mejor musical hollywoodiense desde 'La La Land'.