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Nais Acuarium, para comer rodeado de criaturas marinas
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RESTAURANTE

Nais Acuarium, para comer rodeado de criaturas marinas

El único restaurante-acuario de América Latina, donde los comensales comparten mesa con especies como la anguila morena y el tiburón cebra, se ha convertido ya en

Foto: Nais Acuarium, para comer rodeado de criaturas marinas
Nais Acuarium, para comer rodeado de criaturas marinas

El único restaurante-acuario de América Latina, donde los comensales comparten mesa con especies como la anguila morena y el tiburón cebra, se ha convertido ya en "una locura" en la capital guatemalteca. El pasado miércoles durante la apertura llegaron al lugar, instalado en un moderno centro comercial del sureste de la capital, alrededor de 4.600 clientes, lo que resulta todo un récord: tal y como explica el gerente general del Grupo Nais, José Garcés, sólo esperaban 3.000.

Hijo de un padre cubano que emigró a Guatemala en 1961, y propietario desde 1974 de la cadena de restaurantes Nais, Garcés aseguró que el Nais-acuarium, que es "único en América Latina", se ha convertido "en una verdadera locura". Las colas de clientes abundan para entrar al restaurante, pero no sólo para deleitar el paladar, sino para ver los casi 600 peces de al menos 38 especies exóticas que se exhiben. Anguila morena, tiburón cebra, medusa luna o pez guitarra destacan entre las especies.

"Hay clientes que esperan hasta tres horas para entrar, porque el lugar nos quedó demasiado pequeño para la demanda", reconoce Garcés, al explicar que el sitio tiene 832 metros cuadrados de construcción. En ese espacio se incluyen unos 15 acuarios, uno de ellos de 39 metros, y sólo 98 mesas.

En el acuario móvil de 39 metros se encuentra la mayoría de especies, entre los que figuran dos tiburones de color gris, que en la actualidad miden un metro y que son la principal atracción. Garcés dijo que tienen contemplado contar con cinco tiburones de esta especie y cinco más de martillo, que son de color gris marrón y que llegan a medir 1,50 metros, además de algunas mantarrayas. Las diferentes especies que adornan los acuarios fueron importadas de algunos países del Caribe, Australia, Brasil y Estados Unidos y algunos peces llegaron a valer hasta 400 dólares, pero también hay muchas de Guatemala, señala.

Unos 700 trabajadores guatemaltecos y 400 extranjeros participaron en la construcción del inmueble que llevó 10 meses y 72 de ellos hicieron el Nais-acuarium, que cuenta con arrecifes hechos de resina y epóxico. Los 160 empleados con los que cuenta en la actualidad el restaurante son insuficientes para atender a los clientes muchos de los cuales llegan con sus pequeños hijos, que salen maravillados del lugar.

El cliente tiene a la vista desde su mesa el acuario más grande del lugar, que también cuenta con 40 pantallas de televisión en su interior y un sistema de vídeo para darle gusto a los visitantes. "Se puede escuchar la canción de Luis Miguel y observar un vídeo de Ricky Martin", por ejemplo, citó Garcés, y agregó que el restaurante tiene un sistema único de luces llegadas desde Estados Unidos y Bélgica.

La inversión fue "millonaria" pero "valió la pena", añade el innovador empresario durante un recorrido por este atractivo sitio, que tendrá un costo mensual de 45.000 dólares sólo para el mantenimiento de los acuarios. El denominado Nais-acuarium se ha convertido en un centro ecológico de entretenimiento y educación y cuenta con un hospital para especies marinas, tanques de cuarentena, laboratorio biológico, centro de soporte nutricional y un impresionante sistema de iluminación con el propósito de mantener el hábitat natural de los peces.

Los visitantes, incluso, pueden sumergirse al mundo acuático con los diferentes espectáculos de buzos para alimentar a los peces. La instalación del Nais-acuarium cuenta con la autorización del Consejo Nacional de Aéreas Protegidas (CONAP) y el respaldo de instituciones ambientalistas de prestigio mundial como Ocean Science Foundation y el Laboratorio de Acuicultura Tropical de la Universidad de Florida.

Garcés anunció que a la apertura del Nais Aquarium en Guatemala le seguirá la construcción de uno similar en Costa Rica y Honduras en 2009, en Panamá en 2010 y en México en 2011. Para el próximo año el empresario, que se declara como "amante de los acuarios", proyecta la visita de unos 500.000 clientes.

El único restaurante-acuario de América Latina, donde los comensales comparten mesa con especies como la anguila morena y el tiburón cebra, se ha convertido ya en "una locura" en la capital guatemalteca. El pasado miércoles durante la apertura llegaron al lugar, instalado en un moderno centro comercial del sureste de la capital, alrededor de 4.600 clientes, lo que resulta todo un récord: tal y como explica el gerente general del Grupo Nais, José Garcés, sólo esperaban 3.000.

Hijo de un padre cubano que emigró a Guatemala en 1961, y propietario desde 1974 de la cadena de restaurantes Nais, Garcés aseguró que el Nais-acuarium, que es "único en América Latina", se ha convertido "en una verdadera locura". Las colas de clientes abundan para entrar al restaurante, pero no sólo para deleitar el paladar, sino para ver los casi 600 peces de al menos 38 especies exóticas que se exhiben. Anguila morena, tiburón cebra, medusa luna o pez guitarra destacan entre las especies.

"Hay clientes que esperan hasta tres horas para entrar, porque el lugar nos quedó demasiado pequeño para la demanda", reconoce Garcés, al explicar que el sitio tiene 832 metros cuadrados de construcción. En ese espacio se incluyen unos 15 acuarios, uno de ellos de 39 metros, y sólo 98 mesas.

En el acuario móvil de 39 metros se encuentra la mayoría de especies, entre los que figuran dos tiburones de color gris, que en la actualidad miden un metro y que son la principal atracción. Garcés dijo que tienen contemplado contar con cinco tiburones de esta especie y cinco más de martillo, que son de color gris marrón y que llegan a medir 1,50 metros, además de algunas mantarrayas. Las diferentes especies que adornan los acuarios fueron importadas de algunos países del Caribe, Australia, Brasil y Estados Unidos y algunos peces llegaron a valer hasta 400 dólares, pero también hay muchas de Guatemala, señala.

Unos 700 trabajadores guatemaltecos y 400 extranjeros participaron en la construcción del inmueble que llevó 10 meses y 72 de ellos hicieron el Nais-acuarium, que cuenta con arrecifes hechos de resina y epóxico. Los 160 empleados con los que cuenta en la actualidad el restaurante son insuficientes para atender a los clientes muchos de los cuales llegan con sus pequeños hijos, que salen maravillados del lugar.

El cliente tiene a la vista desde su mesa el acuario más grande del lugar, que también cuenta con 40 pantallas de televisión en su interior y un sistema de vídeo para darle gusto a los visitantes. "Se puede escuchar la canción de Luis Miguel y observar un vídeo de Ricky Martin", por ejemplo, citó Garcés, y agregó que el restaurante tiene un sistema único de luces llegadas desde Estados Unidos y Bélgica.

La inversión fue "millonaria" pero "valió la pena", añade el innovador empresario durante un recorrido por este atractivo sitio, que tendrá un costo mensual de 45.000 dólares sólo para el mantenimiento de los acuarios. El denominado Nais-acuarium se ha convertido en un centro ecológico de entretenimiento y educación y cuenta con un hospital para especies marinas, tanques de cuarentena, laboratorio biológico, centro de soporte nutricional y un impresionante sistema de iluminación con el propósito de mantener el hábitat natural de los peces.

Los visitantes, incluso, pueden sumergirse al mundo acuático con los diferentes espectáculos de buzos para alimentar a los peces. La instalación del Nais-acuarium cuenta con la autorización del Consejo Nacional de Aéreas Protegidas (CONAP) y el respaldo de instituciones ambientalistas de prestigio mundial como Ocean Science Foundation y el Laboratorio de Acuicultura Tropical de la Universidad de Florida.

Garcés anunció que a la apertura del Nais Aquarium en Guatemala le seguirá la construcción de uno similar en Costa Rica y Honduras en 2009, en Panamá en 2010 y en México en 2011. Para el próximo año el empresario, que se declara como "amante de los acuarios", proyecta la visita de unos 500.000 clientes.