40 puntos para sanar nuestro cuerpo

La sociedad occidental siempre ha sido un tanto escéptica con otras medicinas que no fuesen la suya, pero poco a poco se están extendiendo practicas orientales que están teniendo tremendos efectos positivos. La acupuntura es una de ellas.

 

Pero como el manejo de las agujas no es algo a lo que cualquier mortal esté dispuesto a experimentar en su propio cuerpo, Alejandro Lorente, un gran especialista en medicina natural, ofrece otras opciones. Acaba de publicar La vuelta al cuerpo en 40 puntos (Editorial Edaf), una guía práctica sobre digitopuntura y medicina china que ofrece una ayuda a aquellos problemas de salud que nos visitan con frecuencia. Nuestras manos y un poco de presión pueden ser la mejor herramienta para la curación.

 

En una entrevista con el autor del libro, revela cómo fue la preocupación por su salud la que le llevó hacia técnicas no occidentales: “Entré hace veinte años en la medicina china porque tuve muchos problemas en el pie derecho, casi lo pierdo por una serie de errores médicos. Yo era remero y para mí fue un drama. Por medio de unos amigos que estudiaban medicina china me hablaron de un médico de allí que estaba dando terapias en un restaurante de Madrid. Todo un poco surrealista, pero me decidí a ir. Me recetó un par de cosas jengibre con apio y me empezó a frotar el pie y a partir de ahí me empecé a interesar por la medicina china”. Tal como explica Lorente, la medicina china “tiene un origen absolutamente práctico. Alguien tuvo un flechazo en el codo y descubrió que ya no tenía problemas en el intestino. Y a partir de muchas experiencias parecidas se fue creando esta disciplina”.

 

La auriculoterapia

 

Una de las técnicas médicas que más ha puesto en práctica en su multitud de viajes es la auriculoterapia, que consiste en clavar agujas en determinado puntos de la oreja que actúan sobre determinadas partes del cuerpo. “La oreja es un chivato de muchos problemas de salud”; y es que, tal como afirma, cualquier acción sobre determinados puntos de ella “tiene una respuesta inmediata en el cerebro”.

 

Lorente es, además, docente, y reconoce que frecuentemente hace una pregunta a sus alumnos “Les digo ¿Os gustaría que todo el mundo estuviese sano?, y por lo general pocos me dicen que sí, pero el buen médico debe desear que nadie esté enfermo”. De ahí que este libro sea una guía muy directa para curarnos a nosotros mismos, o al menos aliviar el dolor; de hecho él mismo reconoce ser “un terapeuta antipático: le doy pautas al paciente para que no vuelva”

 

La vuelta al cuerpo en 40 puntos se basa en la existencia de meridianos, una especie de autopistas de energía cuyo flujo entorpecen muchos problemas de salud. El libro se encarga de ofrecer algunas pautas para actuar sobre determinados puntos y conseguir que el Chi (la energía vital) circule sin dificultades. Esta es la base de la medicina china en contraposición con la convencional, que “aísla los problemas de salud, no los trata como un todo”.

 

Resolver problemas de una forma psicosomática

 

El autor piensa como los chinos y cree que “todo es psicosomático, o al menos que la mayoría de problemas se pueden resolver de una forma psicosomática”. La clave está en nuestra cabeza: “El cerebro es un gran gestor de dolores y placeres. Si tú comes algo, si te enamoras, sientes dolor… todo está ahí. Si tiene varios dolores, el que más afecta es el que pone en peligro tu vida de tal manera que puede no ser consciente de otros problemas. Lo mismo pasa con la enfermedad, de ahí la importancia de tratar el cuerpo como un todo”.

 

Con su libro, Lorente propone una “orientación práctica”, una experimentación con uno mismo para descubrir que la aplicación de presión en ciertas zonas es efectiva para ir eliminando problemas de salud. En nuestras manos puede estar la mejor de las medicinas, sólo hay que probarlo.