Es noticia
Menú
¿Vas a hacer topless? Cómo cuidar tu pecho (y que no se queme)
  1. Estilo
  2. Belleza
EN TU CUERPO

¿Vas a hacer topless? Cómo cuidar tu pecho (y que no se queme)

El pecho tiene unas características tan especiales que necesita cuidados a la altura de la agresión solar

Foto: Protege tu pecho antes y después de tomar el sol. (Oysho)
Protege tu pecho antes y después de tomar el sol. (Oysho)

Hay dos aspectos del pecho que lo convierten en presa fácil si vas a practicar topless. Por un lado, la piel, tan fina como la del escote o el cuello, es un polvorín; por otro, se trata de una zona que siempre está a cubierto, poco o nada habituada a entrar en contacto con el sol, lo que refuerza su extrema fragilidad. Así que, incluso aunque seas desde siempre una incondicional de tumbarte en la hamaca sin el sujetador del bikini, te conviene saber todo lo que la doctora Paula Rosso, del centro médico Lajo Plaza, nos ha contado para salvar la piel (y nunca mejor dicho).

placeholder
1


Hydra3Regenetic Serum. Una bomba hidratante que, por un lado, aporta agua y, por otro, impide que se evapore, de Valmont (222 €). Tiene una altísima protección y, lo mejor, un poco de color para los primeros días de exposición, de Kosei (17,90 €). Gel Puro de Aloe Vera. Calma la piel de inmediato, regenera e hidrata, de Atlantia (16,40 €). Soin Velours. Con flores de azafrán, esta crema supernutritiva le devolverá a la piel lo que ha perdido durante la exposición, de Sisley (165 €).

placeholder La piel del pecho es extremadamente sensible. (Oysho)
La piel del pecho es extremadamente sensible. (Oysho)


A la salud del pecho no le sienta mal el topless

La leyenda urbana dice que el sol puede afectar a las glándulas mamarias, pero se trata solo de una leyenda urbana. Desde el punto de vista de su salud, el topless no es un problema “siempre que se proteja correctamente y evitemos la exposición durante las horas centrales del día”.

Atención si tienes mucho pecho

El volumen puede ser un problema porque al tener más superficie es más difícil proteger todo el área con eficacia.

placeholder
2

Aceite de rosa mosqueta. Es la mejor regeneradora de la piel, de Weleda (22,90 €). Parches para el pecho. El sol produce flacidez, así que una vez por semana este tratamiento evitará el desastre, de Collistar (45,50 x 8). Huile de Magnolia. Una combinación de aceites vegetales que neutraliza los daños causados por el sol, de Leonor Greyl (34,50 €). Relaxing Sleep Mask. Una mascarilla aplicada en capa fina para relajar la piel y prepararla para el día siguiente, de Clarins (27 €).

El protector solar y el protocolo perfectos

"Aconsejo siempre combinar filtros físicos y químicos de SPF 50, de amplio espectro y resistente al agua. Empieza por el solar con filtros físicos porque comienza a actuar desde el mismo momento de la aplicación y después puedes seguir con los químicos. Aplícalo cada dos horas y siempre que salgas del agua o si sudas. Y aconsejaría no utilizar protectores en spray por dos motivos: el primero es que al aplicarlos inhalamos sustancias que pueden llegar a los pulmones; y el segundo, porque al vaporizarse en una bruma finísima siempre utilizamos menos cantidad y es muy fácil dejar zonas sin cubrir".

Antes del protector, un sérum por favor

Aunque hayas elegido un protector con activos antioxidantes en su fórmula, aplícate antes un serum que los contenga porque previenen la oxidación celular y la formación de radicales libres, las dos bestias negras de la piel.

Al llegar a casa, no bajes la guardia

Dúchate, retira bien los restos de crema, salitre, arena y extiende una crema muy nutritiva. Si la piel está ligeramente enrojecida, el aloe vera y la rosa mosqueta le devolverán la paz en unos minutos.

¿Qué pasa si llevamos prótesis?

No hay ningún problema si te las has puesto seis meses antes como mínimo. Es el tiempo que necesita el organismo para acabar con el proceso de cicatrización. En ese caso, no hagas topless aunque nadie como tu cirujano para marcarte los tiempos con exactitud.

Hay dos aspectos del pecho que lo convierten en presa fácil si vas a practicar topless. Por un lado, la piel, tan fina como la del escote o el cuello, es un polvorín; por otro, se trata de una zona que siempre está a cubierto, poco o nada habituada a entrar en contacto con el sol, lo que refuerza su extrema fragilidad. Así que, incluso aunque seas desde siempre una incondicional de tumbarte en la hamaca sin el sujetador del bikini, te conviene saber todo lo que la doctora Paula Rosso, del centro médico Lajo Plaza, nos ha contado para salvar la piel (y nunca mejor dicho).

El redactor recomienda