¿Duran más las uñas de gel o las acrílicas? Lo que debes saber antes de tu manicura
Les hemos dedicado canciones, las hemos visto en las alfombras rojas y pedimos copiarlas en nuestro centro de manicura, pero ¿sabemos realmente diferenciar entre uñas de gel y acrílicas?
Las uñas se han convertido en un elemento más de nuestro look. Si antaño lo más cool era llevar el esmalte de uñas a juego con el labial, ahora puedes combinarlo con el color de tu pelo (a lo Billie Eilish) o con todo tu look. La creatividad de los salones de belleza unida al desarrollo de nuevas técnicas de esmaltado mucho menos agresivas para la uña y los millones de colores de esmalte entre los que elegir han convertido a la manicura en el ritual beauty capaz de juntar en un salón de belleza a todas las generaciones de una familia.
Pero dentro de este boom por la manicura, hay dos reinas indiscutibles: las uñas de gel y las uñas acrílicas. Si no eres una nail freak -como se denominan las adictas a la manicura, a las cuales identificarás por el número de colores que lucen en sus uñas-, puede que aún te cueste diferenciarlas y que te encuentres en la difícil decisión de hacerte las uñas de gel o las acrílicas.
Uñas de gel
Cuando hablamos de uñas de gel, esto no hace referencia a que sean blandas o se adhieran a la uña. La textura de los esmaltes de las uñas de gel no es líquida pero tampoco es polvo, es bastante más similar a la de un gel. Como tal, necesitan de una lámpara con luz ultravioleta para secarse y dejar la uña sellada.
¿Cual es el resultado? ¿Y su duración?
El esmalte queda muy brillante y algo más grueso que si se tratara de un esmalte tradicional. Es importante recordar que no sirve para alargar la longitud de la uña, sino que se aplica sobre nuestra uña, tenga el tamaño que tenga.
Su duración puede variar en función del mantenimiento que hagamos. Se trata de una manicura bastante resistente, por lo que es más probable que acudamos a rellenar el margen de uña que ha crecido más que por que se haya saltado el esmaltado. "El producto ha de permanecer sobre la uña en perfectas condiciones de 2 a 4 semanas", señala Elena Daudova, fundadora de Daudova Beauty (C/ José Ortega y Gasset, 23. Madrid).
Uñas acrílicas
Es un tipo de manicura muy fácil de reconocer. Rosalía, el clan Kardashian o Bella Hadid son fieles defensoras de estas uñas que se caracterizan por su longitud y forma. En resumidas cuentas, las uñas acrílicas son postizos que se aplican sobre la uña a través de un polímero en polvo y demás componentes químicos. A diferencia de las de gel, se secan al aire, no necesitan lámpara. Al tratarse de un postizo, se puede alargar la uña tanto como deseemos y, una vez la uña acrílica está fijada, se lima hasta lograr la forma deseada y luego se procede a su decoración… Y aquí es cuando llega la fantasía.
[LEER MÁS: Lo que debes saber antes de sumarte a la tendencia 'uñas XXL']
Su principal diferencia con las uñas de gel, además de su distinto secado, está en su fragilidad. Al tratarse de un postizo adherido a la uña, puede despegarse y, en algunos casos y si el material no es de buena calidad, puede quebrarse. Sin duda, son la mejor opción para las personas que tienen uñas más cortas o que adoran los diseños muy elaborados e incluso llenos de apliques.
Su duración también es mayor, pudiendo permanecer perfectas hasta durante 6 meses, eso sí, necesitan un retoque y relleno cada dos semanas.
Mitos sobre uñas de gel y acrílicas
Elena Daudova, con 17 años de experiencia, nos explica algunas de las leyendas urbanas acerca de estas dos manicuras:
- Dañan la placa ungueal. “¡No es cierto! El seguimiento estricto del protocolo y el uso de buenos productos garantizan la conservación de las uñas”. Para explicar este falso mito, Daudova señala la proliferación de salones que ofertan manicuras muy baratas. “La creencia generalizada de que el esmalte permanente estropea la uña natural surgió como resultado de los trabajos low cost mal realizados”, explica. “En estos salones, el objetivo es realizar muchos servicios al día, cosa que no permite prestar la debida atención a la calidad del trabajo. Al igual que no nos convence una consulta rápida del médico o del peluquero. No deberíamos conformarnos con un servicio de uñas ultrarrápido”.
- Hay salones en los que se hacen más rápido que en otros. “La rapidez del trabajo depende del estado de las cutículas y de si se trata de la primera puesta o del relleno. Si es la primera puesta, el servicio puede concluirse en unos 40 minutos; en cambio, el proceso del relleno o el cambio del producto requiere alrededor de una hora y media. El profesional ha de trabajar meticulosamente, sin prisa, para no quitar con la fresa o la lima la capa superior de la uña dañándola”, sentencia la experta.
Las uñas se han convertido en un elemento más de nuestro look. Si antaño lo más cool era llevar el esmalte de uñas a juego con el labial, ahora puedes combinarlo con el color de tu pelo (a lo Billie Eilish) o con todo tu look. La creatividad de los salones de belleza unida al desarrollo de nuevas técnicas de esmaltado mucho menos agresivas para la uña y los millones de colores de esmalte entre los que elegir han convertido a la manicura en el ritual beauty capaz de juntar en un salón de belleza a todas las generaciones de una familia.