Kate Hudson y Liv Tyler: amigas del selfie cara lavada, con técnicas de belleza en las antípodas

Kate Hudson y Liv Tyler coincidieron en el rodaje de ‘El Dr. T y las mujeres’ hace más de dos décadas y desde entonces han sido inseparables. Alfombras rojas, planes en familia con todos sus hijos y, por supuesto, tardes de chicas con cara lavada, una copa de vino y tratamientos de belleza, igual que el común de los mortales.

Ambas mantienen activos perfiles en redes sociales, por lo que es bastante habitual poder colarse en su día a día y descubrir cómo son sus casas por dentro o en qué consiste su rutina. Sin embargo, y a pesar de la larguísima amistad que las une, apenas había fotos de las dos amigas en Instagram, y Kate Hudson se encargaba en romper esta tendencia con un fotografía en primer plano, todo un honest selfie en toda regla.

Aunque Kate Hudson (41) y Liv Tyler (43) han llevado carreras paralelas, sus estilos son radicalmente distintos. Partiendo de su concepto de belleza, Liv opta por la naturalidad y los tratamientos de cabina, mientras que Kate prefiere los maquillajes más recargados y cuidarse desde dentro. Las mascarillas tissue y las pieles intensamente hidratadas son el truco beauty de ambas para mantener los signos de la edad a raya.

Probióticos, tónicos y colágeno son los pilares beauty de Hudson, que siempre ha manifestado tener problemas de acné, incluso superados los 30. La llegada a su vida del tónico la ayudó a mantener la piel limpia y calmada, además de evitar la proliferación de los granitos. Pero desde que la hija de Goldie Hawn descubriera la importancia de la nutricosmética, se ha convertido en toda una prosumer. La actriz incluso es imagen de los prebióticos de Inbloom, creados para cuidar la flora intestinal.

El colágeno marino, como Kate Hudson confesaba en una entrevista con Louise Roe, es el otro básico de su belleza. Los batidos detox se han alzado como una pieza básica de su alimentación y la actriz varía la receta según las necesidades de su cuerpo y de su piel.

Las lecciones de papá Tyler

El caso de Liv Tyler es completamente distinto. La hija de Steven Tyler posee una genética envidiable (su madre era la modelo Bebe Buell) y su piel siempre ha lucido impoluta. La actriz es una asidua a los tratamientos de Barbara Sturm y no solo utiliza sus cosméticos sino que acude de forma regular a sus centros.

“Siempre he sido un gran amante de los tratamientos faciales, el cuidado de la piel y los tratamientos de belleza para cuidarla. Ha sido una verdadera pasión mía desde que era pequeña. Observando y observando. He aprendido tantos consejos y trucos increíbles de mi madre, mi abuela y mi padre”, confiesa Liv en su cuenta de Instagram. En esa rutina de cuidado de la piel, las mascarillas faciales mientras disfruta de un baño de burbujas son su tratamiento semanal estrella. “Si puedes darte un capricho con un tratamiento facial de un profesional o hacerte uno tú mismo en casa (lo hago todas las semanas en mi propio baño con mis propias pociones), no tiene por qué ser caro (aunque, vaya, algunos lo son), pero el cuidado personal y tomarse un tiempo para uno mismo, para amar y apreciar su mente y su cuerpo, es sumamente importante”, aconseja.

Los rodillos faciales y los exfoliantes son el secreto mejor guardado de Liv Tyler para mantener su piel impoluta, libre de manchas y radiante. La exfoliación química, tipo peeling, ayuda a mejorar la textura de la piel, despegando las células muertas que se acumulan sobre ella y estimulando su renovación, de ahí el excelente tono de la actriz.

Solo con estos cuidados de belleza, ambas amigas consiguen protagonizar un selfie a cara lavada, sin maquillaje y con una piel radiante. Dos amigas, dos estilos y dos rutinas de belleza que nada tienen que ver.