Kapping, la manicura en gel para las uñas frágiles o dañadas
Son varios los tratamientos de esmaltado que no se recomiendan en el caso de tener las uñas frágiles o directamente estropeadas. El kapping le pone solución a ambos casos
Una sencilla capa de esmalte puede cambiar por completo tu manicura si el producto elegido contiene los ingredientes adecuados para no solo actuar como base, sino también como tratamiento fortalecedor y escudo. Esta capa maravillosa y cargada de superpoderes es en la que se apoya el kapping, una técnica hasta ahora poco extendida y que centra sus esfuerzos en aportar robustez a las uñas más frágiles y blandas, sea cual sea el motivo.
Cuando se tienen las uñas quebradizas o con tendencia a descamarse, lucir un esmaltado resistente, bonito y duradero, que como punto extra tampoco las estropee, resulta casi imposible. Poco importa la marca del esmalte si la base de la uña es débil o demasiado blanda porque el color penetrará en la lámina, la manicura no se fijará de la forma adecuada y en poco tiempo se saltará, además de muy probablemente mancharla y debilitarla aún más. Por no hablar de lo crítico que puede ser retirar el esmalte.
La solución hasta la fecha había sido aplicar una laca de uñas base, especialmente formulada para este fin y encargada de crear una película brillante que protegiera la uña de las capas de esmalte posteriores. Al igualar la superficie de la uña, además de facilitar la aplicación, el resultado de la manicura siempre era mucho más pulido. Pero este tipo de bases ‘tradicionales’ no eran suficientes para las uñas más frágiles.
Para reforzar esta base, comenzaron a desarrollarse bases de esmaltes enriquecidas con queratina -principal proteína que compone las uñas-. La manicura kapping consiste en aplicar estas bases reforzadas sobre las uñas más débiles, creando una estructura robusta, que no sume peso ni grosor ni longitud en la uña, como sí harían las uñas de gel o el acrílico.
Aunque se trata de una técnica realizada en salones de belleza, es un procedimiento sumamente sencillo. Sobre la uña perfectamente limpia se aplica una capa del esmalte con queratina y se seca con lámpara. Para que la base sea aún más fuerte, o en el caso de uñas más debilitadas, se procede con una segunda capa de esmalte base que, de nuevo, se seca con la lámpara.
Una vez este escudo de laca y queratina esté sellado, se procede al esmaltado de la uña. Al haber construido una estructura lisa y fuerte, están permitidos tanto los esmaltes tradicionales como los de gel.
La duración del kapping ronda las dos-tres semanas, igual que la manicura en gel, y del mismo modo puede retirarse o rellenarse, siendo necesario esmaltar tan solo la parte de la uña que ha crecido. Su retirada también se parece mucho a la de los esmaltes semipermantenes, pues tras limar el esmalte eliminando por completo el brillo y retirar la mayor parte de esmalte, se aplica acetona sobre la uña o se sumergen los dedos sobre el líquido, algo que puede resultar más peligroso al resecar demasiado las uñas y dedos.
Un tratamiento con recorrido
Además de proteger la uña natural con varias capas de esmalte enriquecido con queratina para crear una barrera protectora, el beneficio extra del kapping está en que en realidad es un tratamiento para la uña. La queratina no solo mejora la manicura que se aplica encima, sino que también fortalece la uña y estimula su crecimiento, haciéndola que crezca más fuerte y, por tanto, se quiebre y descame con menor probabilidad.
Por todo ello, el kapping es considerado como la alternativa al gel, el acrílico o las uñas postizas, especialmente si se tienen las uñas debilitadas por algún tipo de tratamiento.
Una sencilla capa de esmalte puede cambiar por completo tu manicura si el producto elegido contiene los ingredientes adecuados para no solo actuar como base, sino también como tratamiento fortalecedor y escudo. Esta capa maravillosa y cargada de superpoderes es en la que se apoya el kapping, una técnica hasta ahora poco extendida y que centra sus esfuerzos en aportar robustez a las uñas más frágiles y blandas, sea cual sea el motivo.
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