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Sí, tu sonrisa también envejece: ¿cuáles son los mejores cuidados antiedad para ella?
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Sí, tu sonrisa también envejece: ¿cuáles son los mejores cuidados antiedad para ella?

Arrugas y manchas denotan el paso del tiempo en el rostro. En la sonrisa, la forma y el color de los dientes y el aspecto de las encías son algunos factores que pueden hacernos parecer más mayores, pero no los únicos

Foto: Una sonrisa mal cuidad echa años encima (Karolina Grabowska para Pexels)
Una sonrisa mal cuidad echa años encima (Karolina Grabowska para Pexels)

Cuando en belleza hablamos de productos antiedad siempre suelen estar enfocados al tratamiento facial, pero nos olvidamos que el escote, las manos e incluso las piernas también pueden revelar cuántos años tenemos en realidad. Lo mismo ocurre con nuestra sonrisa, que es capaz de chivar a cualquiera cuál es nuestra verdadera edad con un simple gesto. “En una sonrisa juvenil vemos la forma de los dientes, la anatomía, la estructura, de manera muy estética y bien definida. Otra característica que reluce es el color de la dentadura, que es blanca y tiene un aspecto saludable. Las encías tienen un color rosa, señal de que están sanas y bien definidas, algo que resalta el color blanco de los dientes”, explica la doctora Eugenia Cervantes, directora de la clínica de estética dental homónima. En cambio, ciertos aspectos de esta, como una dentadura manchada o amarillenta, desgastes en los bordes incisivos de los dientes por causa del bruxismo o encías poco envejecidas, pueden echarnos unos cuantos años encima. Por esto, los dentistas no solo recomiendan tener unos buenos hábitos de higiene bucal, sino también acudir a su consulta con regularidad para conseguir una sonrisa saludable y de aspecto juvenil.

Foto: Una modelo muestra su blanca dentadura en el street style de París. (Imaxtree)

Dientes mal alineados

Tanto la alineación de los dientes como la forma de la sonrisa pueden revelar nuestra edad y, cuando esta es más elevada, los primeros pueden inclinarse hacia dentro, desgastarse y también acortarse. “Existen tres tipos de mordidas: clase I, que es en la que existe una oclusión perfecta; clase II es cuando el maxilar superior está por delante del maxilar inferior, y clase III, donde la mandíbula está por delante del maxilar”, revela Cervantes. El problema es que con el paso de los años esta morfología se va acentuando más. Y si a la ecuación le añadimos alguna ausencia dental, hará que los dientes se muevan con mayor facilidad, porque ellos buscarán cerrar siempre el espacio que se ha creado en la dentadura.

placeholder Presume de sonrisa alineada (Brooke Cagle para Pexels)
Presume de sonrisa alineada (Brooke Cagle para Pexels)

“Hay estudios que demuestran que en la población existe un alto índice de bruxismo, que afecta a la mordida y la oclusión. En estos casos se tiende a perder la dimensión vertical, moviendo los dientes y afectando a la mordida. Los dientes intentarán inclinarse hacia la zona del paladar, por lo que perderán soporte óseo, afectando al rostro del paciente, que puede presentar un pequeño descolgamiento a nivel del labio superior, provocando que se marque más el surco nasogeniano”, afirma la doctora. Por ello, las férulas de descarga nocturnas, las ortodoncias para adultos y los retenedores son primordiales para ayudar a corregir cualquier tipo de desalineación y presumir de sonrisa juvenil.

Esmalte de color amarillento

Conforme vamos cumpliendo años, el esmalte dental tiende a desgastarse, volviéndose más delgado y haciendo así visible el color amarillo natural de la dentina subyacente. “Cuando los dientes entran en contacto con sustancias ácidas de la dieta, el ácido puede erosionar (disolver) el esmalte de los dientes. Los culpables de este tipo de desgaste generalmente incluyen las bebidas carbonatadas, deportivas y alcohólicas. Algunos zumos de frutas también son ácidos. Y los hábitos tóxicos como el tabaco también estropean el esmalte”, advierte Carlos Saiz Smile, director de las clínicas dentales homónimas.

Foto: Ashley Graham, en el espacio de TRESemme de la NYFW. (Getty)

Las manchas, que pueden ser superficiales o internas, también puede cambiar la apariencia de los dientes con el tiempo. “Las primeras están presentes en la zona más superficial del diente, sobre el esmalte y su eliminación no constituye mayores problemas, ya que pueden tratarse con una higiene bucodental profesional”, declara el doctor. Las internas, en cambio, “pueden localizarse tanto en el esmalte como en la capa que se encuentra debajo y que da color al diente: la dentina. Pueden estar originadas por la propia edad, por falta de ciertas vitaminas, por deficiencias en el crecimiento del diente y por la ingesta de determinados fármacos. Necesitan un tratamiento más complejo, como sería un blanqueamiento o, en los casos más difíciles, carillas dentales”, añade.

Recesión de las encías

A medida que envejecemos nuestro cuerpo experimenta pérdida ósea, que afecta incluso a los huesos que tenemos debajo de las encías, originando la recesión de estas. “Este desplazamiento puede ocurrir tanto en la arcada superior como en la inferior, dejando expuesta la raíz del diente. Esto desencadena en problemas de inflamación y sensibilidad dental; además, genera inconvenientes estéticos, ya que los dientes tienden a verse más grandes”, afirma la dentista, quien también explica que esto sucede por múltiples factores:

Problemas de retracción.

Por una prótesis removible, ganchos o ataches que no hayan sido correctamente adaptados, ocasionando daños en la encía. Y cuando ha sido invadido el espacio biológico en el caso de prótesis fijas, coronas o carillas, la encía se inflama y se retrae.

A causa de dificultades periodontales y de inflamación, por causas víricas o bacterianas.

El bruxismo, cuando es muy agresivo, también puede ser una causa.

Una mala técnica del cepillado puede afectar a las encías, por excesiva fuerza o movimientos inadecuados, generando recesión gingival.

Para solucionar esto, independientemente del factor que lo haya causado, es necesario acudir a al dentista a tiempo, pues una vez se agrava las soluciones son más limitadas.

Pérdida de colágeno

El colágeno es un bloque de construcción de la piel, los músculos, los tejidos blandos, las articulaciones de todo el cuerpo, que también es el responsable de aportar firmeza y flexibilidad al rostro y hacer que tenga un aspecto juvenil. Con el paso de los años este se va perdiendo y desencadena en una pérdida de elasticidad que también influye en la sonrisa. “Llevar una buena alimentación, utilizar suplementos alimenticios que ayuden a mantener el colágeno y evitar los rayos ultravioletas es fundamental para eludir la destrucción de este bloque de construcción” avisa la directora de Eugenia Cervantes Estética Dental.

placeholder Dientes blancos (Unsplash)
Dientes blancos (Unsplash)

En este caso, los dentistas también pueden contribuir a mejorar la sonrisa de los pacientes, trabajando la parte estética y corrigiendo la pérdida de estructura dentaria, la dimensión vertical y el hecho de que los pacientes más mayores expongan cada vez más los dientes de abajo y menos los de arriba. “Así como realizamos un diseño de sonrisa para que esta sea más amplia y tenga mejor soporte de los labios, también estamos capacitados para corregir defectos como el hundimiento de la zona de las mejillas, las líneas de expresión nasogenianas y de marioneta, y el código de barras, devolviéndoles la naturalidad y una sonrisa juvenil”, recuerda la doctora.

Cuando en belleza hablamos de productos antiedad siempre suelen estar enfocados al tratamiento facial, pero nos olvidamos que el escote, las manos e incluso las piernas también pueden revelar cuántos años tenemos en realidad. Lo mismo ocurre con nuestra sonrisa, que es capaz de chivar a cualquiera cuál es nuestra verdadera edad con un simple gesto. “En una sonrisa juvenil vemos la forma de los dientes, la anatomía, la estructura, de manera muy estética y bien definida. Otra característica que reluce es el color de la dentadura, que es blanca y tiene un aspecto saludable. Las encías tienen un color rosa, señal de que están sanas y bien definidas, algo que resalta el color blanco de los dientes”, explica la doctora Eugenia Cervantes, directora de la clínica de estética dental homónima. En cambio, ciertos aspectos de esta, como una dentadura manchada o amarillenta, desgastes en los bordes incisivos de los dientes por causa del bruxismo o encías poco envejecidas, pueden echarnos unos cuantos años encima. Por esto, los dentistas no solo recomiendan tener unos buenos hábitos de higiene bucal, sino también acudir a su consulta con regularidad para conseguir una sonrisa saludable y de aspecto juvenil.

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