Cuando me aplico esta coloración en casa, me preguntan (mucho) por qué me brilla tanto el pelo

Ir a la peluquería es un placer. Seguramente más aún en el caso de una editora de belleza, ya que tienes oportunidad de conocer centros nuevos dirigidos por los profesionales más creativos, que están dispuestos a desvelarte lo último en tratamientos de cuidado, sus secretos para dar con el corte perfecto o las técnicas más novedosas de coloración.

Sin embargo, cuando las canas ya han hecho la aparición estelar en tu melena y el cabello te crece a una velocidad acelerada (cuestión digna de aplaudir con relación a otras cuestiones), lo de acudir cada veinte días al salón se puede hacer un poco cuesta arriba…

En mi caso no es culpa de esos paraísos capilares, es un problema que yo misma genero, ya que la paciencia no es mi fuerte y he de confesar que tengo una particular guerra declarada a los lavacabezas. Sí, asumo que es algo interno porque no tiene sentido que, tras testar infinidad de ellos, no sea capaz de disfrutar del delicioso masaje que realizan puesto que solo puedo centrar toda mi atención en mi cuello (igual esto son meras memorias de una persona con una tendencia desmedida a las contracturas).

La cuestión es que las fórmulas de coloración para hacértelas tú misma en casa pueden ser una gran solución. Y tras hacer un examen exhaustivo de infinitas alternativas, no tengo duda de cuál es mi favorita: Casting Crème Gloss de L’Oréal Paris. Y la razón más obvia es que, cada vez que me hago una sesión capilar, me preguntan (por favor, pensad que mi entorno está altamente sensibilizado con los asuntos 'beauty') por qué me brilla tanto el pelo.

Un tinte semipermanente

Así define el equipo de formación de L’Oréal Paris a Casting Crème Gloss, que, tras su lanzamiento en 2006, se ha consolidado como un auténtico 'bestseller'. A pesar de que muchos profesionales utilizan este concepto y el de 'baño de color' como sinónimos, en la entidad francesas diferencian:

• Tinte permanente: Aunque es de larga duración, con el paso de tiempo puede ir, ligeramente, perdiendo cierta intensidad o el pigmento “puede ir virando a otros tonos por la oxidación del cabello”. Noelia Jiménez, estilista y propietaria del Salón Noelia Jiménez, añade que estos penetran, son más agresivos y contienen amoniaco (pueden provocar reacciones, irritación y modificar el tono natural). Su consejo es que te pongas en manos profesionales y que “apliques un 'color gloss' con pigmento entre medias de cada sesión, para recuperar tanto el brillo como el tono iniciales y que no se note tanto el contraste entre la raíz y la zona tratada”.

• Tinte semipermanente: Su cobertura es más superficial que el de la categoría anterior, lo que provoca que merme de forma progresiva con los lavados hasta que llega un momento en el que, prácticamente, haya desaparecido. A pesar de esa situación, “sí que puedes ver un efecto aclarante porque también llevan oxidantes, aunque en menor concentración que un tinte normal”. La estilista sostiene que son una buena opción para iniciarte en el mundo de la coloración, pero no siempre son capaces de cubrir las cabelleras con muchas canas.
• Baño de color: No implica un proceso de oxidación, la cobertura es aún más externa y menos duradera. En otras palabras, “sería como una mascarilla con pigmento”. La nota de Noelia Jiménez es que, aunque la oferta se va ampliando, “determinadas gamas no se pueden conseguir con un baño de color, especialmente las más claras”. ¿Un punto positivo? “Al ir retirándose con los lavados, la diferencia entre la raíz y la zona tratada no se hace tan evidente”, sostiene la experta.

El secreto de mi brillo

La fórmula de Casting Crème Gloss se compone de ingredientes de origen natural como el aceite de coco, la avellana, la miel o el goji y, muy importante, carece de amoniaco. Aporta un efecto cuidado y nada estridente, enriquecido con reflejos luminosos que dan como resultado un resplandor inédito por el que la gente (palabra) me suele preguntar.

Su promesa es que cubre las canas, pero en la letra pequeña especifica que hasta en un 70%, por lo que, si tu misión es únicamente esa, quizá no sea la mejor opción. La persistencia del tono llega hasta los 28 lavados, lo que implica que, en mi caso, antes de que desaparezca ya se aprecian las raíces por culpa del rápido crecimiento capilar.

El consejo, si lo quieres reaplicar antes para evitar ese efecto, es que lo hagas solo en las raíces con el fin de no saturar de pigmento a las cutículas (antes yo usaba el tono 550 Caoba y durante mucho tiempo se podían percibir los matices rojizos a lo largo de las puntas).

Disponible en más de una veintena de colores, resulta muy sencillo y gustoso de aplicar, pues cuenta con una textura crema que no gotea y una fragancia agradable. Y, como una parte del proceso, no puedes olvidarte de aplicar el acondicionador específico que incluye, que, más allá de suavizar y ayudar a desenredar, trabaja en sinergia para potenciar el brillo (de hecho, puedes dosificarlo en varios lavados posteriores pues contiene una cantidad generosa). Otro consejo importante es que te apuntes a las gamas de cuidado específicas para melenas teñidas.

Conclusiones

Al margen de los comentarios positivos que recibe mi cabellera postsesión Casting Crème Gloss, confirmo que yo misma la siento sublimada, manejable, hidratada, con las canas camufladas, un plus de suavidad, más densidad (los pigmentos engrosan la fibra) y, por supuesto, un extra de brillo (al estar humectada es capaz de reflejar mejor la luz).

Sin duda, al margen de los amorosos comentarios, puedo decir que se trata de un 'todo en uno' para el cabello que me permite obtener ese sinfín de beneficios sin salir de casa, con unas instrucciones sencillas y un precio ajustado, mientras puedo espaciar las visitas a mis temidos lavacabezas...

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