5 trucos de Ikea para renovar esa mesa que ya no te gusta
Cambia por completo la apariencia de esa mesa que ya no te gusta y siente que estrenas mueble nuevo siguiendo los consejos de Ikea
Por suerte, cada vez somos más conscientes de la importancia de no desechar las cosas que todavía tienen uso. A lo largo de los últimos meses, además, hemos aprendido lo saludable que es hacer manualidades DIY para nuestra mente. Por eso, si tienes en casa una mesa que ya ha cumplido con su misión en la vida o que ha dejado de gustarte, no la tires, aprende cómo cambiarla por completo gracias a Ikea.
Con un poco de creatividad y mucha paciencia, podremos conseguir que una mesa que teníamos en el salón 'molestando' encuentre una nueva vida en el dormitorio o incluso que cambie por completo hasta encontrar una nueva actividad, consiguiendo así estrenar espacio y muebles, y con la satisfacción de que es un trabajo que hemos hecho con nuestras propias manos.
La primera de las opciones, que además es una de las más sencillas, es cambiar por completo la apariencia de la mesa con una mano de pintura. De esta forma, una mesa pasada de moda puede entrar de lleno en las nuevas tendencias, por ejemplo si escogemos tonos pastel para pintarla, o también podemos darle un toque más sofisticado, si elegimos una pintura metalizada para pintar las patas y otra de otro color a contraste para el tablero.
Esto hará que la apariencia cambie por completo, pero si la mesa nos gustaba y ha dejado de hacerlo porque se nota estropeada y vieja, puede que una solución más sencilla sea cubrir su tablero. Hay numerosas opciones, como colocar sobre ella un cristal, pero si de verdad quieres cubrir los desperfectos, el papel adhesivo o el papel pintado es una estupenda opción. Así podremos cambiar por completo la apariencia de mesas como la tradicional Lack (7 euros) de Ikea.
Todo el mundo sabe que una mesa está formada por un tablero y unas patas, por lo que cambiando las patas de nuestra mesa por otras diferentes tendremos prácticamente una mesa nueva. Puedes optar por comprar unos caballetes (como los del modelo Mittback por 25 euros) y poner el tablero sobre ella, o poner unas patas metálicas para darle un aspecto un poco más moderno.
Si no te convence lo de cambiar las patas, también puedes cambiar el tablero. Añadiendo unas tablas de madera a la superficie y dejando las patas de color negro puedes crear un contraste maravilloso con el que dar a tu casa un estilo industrial muy chic. En contraste con el color blanco también se verá muy bonita, más limpia y con cierto aire típico de la decoración escandinava.
No todas las mesas son iguales, hay mesas de comedor, de estudio y también tenemos mesas auxiliares. Normalmente estas últimas tienen una altura estupenda para convertirlas en un cómodo banco para sumar asientos. Solo tendrás que asegurarte de que resiste el peso, añadir una zona acolchada que puedes forrar con las telas que más te gusten y… ¡Adiós, mesa auxiliar! ¡Hola, asiento extra!
De esta forma, la mesa puede pasar a formar parte de la decoración de la entrada de casa o incluso del dormitorio sin dejar de ser práctica en el salón. Un trabajo que, si hacemos con cuidado y con cariño, cada vez que lo veamos, podremos reconocer como propio con orgullo.
Por suerte, cada vez somos más conscientes de la importancia de no desechar las cosas que todavía tienen uso. A lo largo de los últimos meses, además, hemos aprendido lo saludable que es hacer manualidades DIY para nuestra mente. Por eso, si tienes en casa una mesa que ya ha cumplido con su misión en la vida o que ha dejado de gustarte, no la tires, aprende cómo cambiarla por completo gracias a Ikea.