Espejos redondos: el truco deco que cambia una habitación

Los espejos redondos son tendencia, solo hay que darse un paseo por las firmas de decoración para notar cómo este elemento decorativo ha ido suavizando sus esquinas hasta convertirse en el redondeado objeto de deseo de expertos y amantes de la decoración, uniendo de esta forma dos pasiones: los espejos y las líneas curvas.

Siempre que queremos sumar estilo y personalidad a nuestros hogares, la posibilidad de incluir un espejo para lograrlo va ganando fuerza hasta que nos convencemos y nos rendimos a la evidencia. Es la manera ideal de lograr que el salón parezca más grande y la mejor manera que conocemos de hacer que un dormitorio se vea más luminoso. Un pequeño gesto que marca la diferencia y para el que no es necesario ser un experto en la materia, las pruebas son tantas y tan rotundas que pocos hogares se escapan de tener espejos. A partir de ahora seguramente estos sean redondos.

Imprescindibles en los hogares, los espejos cumplen muchas más funciones que las meramente decorativas, aunque estas tampoco son nada desdeñables. Como apuntábamos antes, pueden suponer una gran diferencia en las estancias, pues un buen espejo colocado en el lugar adecuado nos ayudará a sacar un mayor partido a la iluminación de la estancia, haciendo que esta se multiplique y logrando así redimensionar la estancia, creando la sensación de que es más grande al verse con una mejor iluminación.

Esta no es la única forma en la que logran ampliar visualmente la estancia pues, colocados en el sitio adecuado una vez más, pueden reflejar el espacio, logrando una mayor continuidad y haciendo que toda la habitación parezca mayor. Este es uno de los motivos por los que se desaconseja colocar los espejos justo enfrente de una pared cercana, si reflejan una superficie mayor, además de devolvernos una mirada más bella, tendremos esa sensación de profundidad que nos hará ver nuestra casa de un modo completamente diferente. Puede que no sumen metros, pero nos ayudarán a sentir que están ahí.

Una vez que sabemos lo que podemos conseguir con los espejos, tendremos que decidir dónde los queremos poner. De esta decisión dependerá el siguiente paso a dar, pues el tamaño y la forma del espejo pueden estar condicionados por esto. Un espejo grande nos dará una mayor profundidad, pero puede llegar a resultar excesivo, sobre todo si apostamos por sus versiones maxi. En estos nos veremos mejor y podremos asegurarnos de que el look seleccionado queda tal y como habíamos pensado. Los espejos pequeños pueden ayudarnos a crear combinaciones originales y sumar dinamismo a la estancia.

Tanto si los queremos con marco o sin él, si escogemos los que son de fibras naturales o lo que tienen marcos metálicos, lo cierto es que los espejos redondos han ido ganando terreno hasta convertirse en un indispensable de la decoración. Los encontramos en todos los tamaños y modelos que podamos desear y se ajustan a nuestras necesidades tan bien como los cuadrados o rectangulares. Son ideales para la zona de tocador, de hecho un espejo redondo es el que solemos imaginar para estos rincones, y también suelen ser los escogidos en los dormitorios, sin embargo, cada vez es más habitual verlos también en cuartos de baño, entradas, pasillos…

Esto puede deberse a que las curvas están de moda, como ya puso de manifiesto el repunte de la tendencia bold. Tienen una belleza especial que atrae la mirada sin apenas proponérselo y por ello nos resultan tan seductoras, generando espacios más orgánicos, de líneas suaves y menos agresivas, que nos invitan a disfrutar de ellos. Mejoran el flujo de la habitación y nos ayudan a conectar espacios y darles profundidad. Hay muchas estructuras que no podemos modificar de forma sencilla, como paredes y techos, sin embargo, existen otras muchas maneras en las que podemos incluir estas formas en nuestros hogares.

Gracias a muebles concretos, como mesas, alfombras, lámparas y otros objetos decorativos, también gracias a los espejos que tanto aportan en el campo de la decoración. Elementos sin aristas, que nos invitan a disfrutar de espacios más suaves y seductores que hay que aprender a usar para no desperdiciar el tan codiciado espacio que no siempre nos sobra. Sin duda dejar que las curvas entren en nuestras casas gracias a los espejos, con los que aportaremos delicadeza y elegancia, nos ayudará a lograrlo.