El nuevo espejo de Ikea es ideal para las casas más sofisticadas

Las novedades de Ikea siempre nos descubren algún diseño nuevo con el que cambiar el aspecto de nuestra casa o algún complemento con el que conseguir el toque definitivo en nuestras estancias. Los nuevos espejos, de la colección Almaröd lo tienen todo para convertirse en uno de los indispensables de este otoño.

Este modelo no es apto para los hogares de estilo minimalista y lo cierto es que tampoco encaja demasiado con los clásicos estilos nórdicos, donde prima la combinación de madera y color blanco, así como los materiales naturales. La firma de decoración escandinava nos propone subir de nivel nuestras estancias con un espejo sofisticado y elegante en color oscuro que encontramos en tres modelos diferentes.

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Las virtudes de tener un buen espejo en casa son conocidas por todos los amantes de la decoración, porque este complemento es mucho más que el lugar donde mirarnos antes de salir de casa para asegurarnos de que lucimos perfectas. Es también la manera más sencilla de conseguir que nuestras estancias pequeñas y un poco oscuras, parezcan más amplias y luzcan un poco más luminosas. No hacen milagros, pero ayudan.

Colocados en el lugar adecuado podemos conseguir que la luz que entra en la habitación se refleje y, de esta manera, se multiplique, algo que también podemos conseguir con la luz artificial, a menudo considerada una cuestión menor, pero que empleada de una forma adecuada puede conseguir que las estancias parezcan otras. Sucede algo similar al reflejar espacios más amplios, añade profundidad a la habitación y esta se siente mayor.

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Ideal para dormitorios y recibidores es el modelo redondo, de 80 centímetros de diámetro y un precio de 100 euros. El diseño es similar en todos ellos, un grueso marco de color negro con una fina línea dorada entre este y el cristal, que suma sofisticación y elegancia al conjunto. Los espejos redondos ayudan a crear espacios relajantes, algo ideal para las habitaciones destinadas al descanso, además aportan un toque más romántico.

También encontramos otras versiones, como la rectangular e ideal para salones porque, en su versión horizontal, podremos colocarlo sobre el sofá, un punto clave para conseguir que la estancia tenga más personalidad. Un espejo de 120 centímetros de largo, por 100 euros y con las esquinas redondeadas, un diseño muy similar al tercero que tienen disponible, pero con funciones muy diferentes.

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Por ejemplo, está claro que el espejo anterior está diseñado para tenerlo colgado de la pared, ya sea en vertical o en horizontal. Este tercero podremos colocarlo apoyado en el suelo, gracias a que uno de sus lados es recto, con las esquinas en ángulo. Este solo tiene una posición y mide 170 centímetros, su precio es de 150 euros y aunque nos parezca perfecto para dormitorios, lo cierto es que podremos ponerlo en cualquier estancia.

Ikea tira la casa por la ventana y nos propone diferentes versiones con este mismo diseño, sabiendo que nadie quiere quedarse sin uno de sus espejos. Tanto es así que, a pesar de formar parte de sus novedades, ya se encuentran entre los más vendidos de la firma.

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