José González, experto en plantas: "Cuando vayas a comprar plantas en un vivero, fíjate que el ejemplar que elijas no tenga ni ramas sueltas ni rotas. Debe presentar un aspecto armonioso"
José González, experto en plantas: "Cuando vayas a comprar plantas en un vivero, fíjate que el ejemplar que elijas no tenga ni ramas sueltas ni rotas. Debe presentar un aspecto armonioso"
No solo garantizaremos una compra inteligente, sino que también estaremos apostando por un hogar más verde, natural y lleno de vida
Descubre cómo luchar contra el calor con estas plantas. (iStock)
Comprar plantas es, para muchos, uno de los planes más relajantes y satisfactorios de los fines de semana. Pasear entre hileras de macetas, observar las distintas tonalidades de verde y dejarse seducir por el olor de la tierra húmeda puede ser una experiencia casi terapéutica. Sin embargo, esa emoción puede jugar en nuestra contra si no sabemos elegir correctamente. Como explica el experto en plantas José González (@jardinesconvida), es habitual que muchas personas se lleven a casa ejemplares que, a los pocos días, comienzan a marchitarse. La causa, dice, no suele ser la falta de cuidados, sino una mala elección en el vivero.
Según González, no todas las plantas que encontramos en los viveros están en perfecto estado, y muchas veces compramos por impulso, sin reparar en las señales que nos indican que el ejemplar no está sano. Para evitar decepciones y disfrutar de plantas que prosperen en casa, el experto señalatres aspectos fundamentales que debemos revisar antes de pasar por caja: la morfología, la proporción entre la planta y la maceta, y su aspecto general.
El primer punto clave es la morfología, es decir, la forma y estructura de la planta. “El arbusto debe tener un aspecto armonioso, orgánico, natural y sin ramas sueltas ni rotas”, explica González. Una buena morfología es sinónimo de equilibrio: las ramas deben estar bien distribuidas y la planta debe crecer con simetría, sin tallos torcidos ni inclinaciones extrañas. Un ejemplar con ramas rotas o crecimientos irregulares puede haber sufrido un mal desarrollo o un trasplante incorrecto, lo que afectará a su crecimiento futuro.
El segundo aspecto, a menudo pasado por alto, es la proporción entre la planta y su maceta. González recomienda observar con atención si el tamaño del contenedor es adecuado al volumen de la planta. “Debemos desconfiar de las plantas que son muy grandes de volumen con una maceta pequeña, porque eso significa que ya llevan mucho tiempo en esa maceta”, advierte. Si las raíces asoman por los agujeros de drenaje o la tierra está compactada y seca, lo mejor es buscar otra opción. Una buena proporción entre planta y maceta garantiza que tenga espacio suficiente para seguir desarrollándose y que no esté sufriendo estrés radicular.
El tercer punto esencial es el aspecto general de la planta, que nos permitirá evaluar su salud. Antes de comprar, conviene observar tanto el haz como el envés de las hojas. “Si ves puntos marrones, manchas negras, polvo blanco o pequeños insectos, probablemente la planta esté enferma o lo haya estado recientemente”, señala el experto. Las hojas deben tener un color uniforme, ser firmes y no mostrar bordes secos, agujeros ni restos pegajosos, ya que estos pueden ser señales de plagas como cochinillas o pulgones.
En definitiva, como resume José González, elegir una buena planta empieza mucho antes de llegar a casa y colocarla en su rincón favorito. “Cuando vayas a comprar plantas en un vivero, fíjate que el ejemplar que elijas no tenga ni ramas sueltas ni rotas. Debe presentar un aspecto armonioso”, insiste.
Comprar plantas es, para muchos, uno de los planes más relajantes y satisfactorios de los fines de semana. Pasear entre hileras de macetas, observar las distintas tonalidades de verde y dejarse seducir por el olor de la tierra húmeda puede ser una experiencia casi terapéutica. Sin embargo, esa emoción puede jugar en nuestra contra si no sabemos elegir correctamente. Como explica el experto en plantas José González (@jardinesconvida), es habitual que muchas personas se lleven a casa ejemplares que, a los pocos días, comienzan a marchitarse. La causa, dice, no suele ser la falta de cuidados, sino una mala elección en el vivero.