Ágatha Ruiz de la Prada, la historia tras el 'dress code' más personal
Nadie combina los corazones, las rayas y las estrellas de colores como esta diseñadora madrileña. Con casi 40 años de experiencia a sus espaldas, suyo es el arcoíris de la moda
Águeda Isabel Ruiz de la Prada, más conocida como Ágatha Ruiz de la Prada, es sinónimo de creatividad. “Desde pequeña me tomé el traje y el diseño como un trabajo, nunca como un juego”, ha afirmado en ocasiones esta diseñadora. Cuenta que la hache de su nombre (el que, por cierto, le resulta “una cursilada”) viene del mismo momento en el que aprendió a escribirlo.
Refinado de más o no, el detalle en su nombre es una pista más del enorme carisma de la diseñadora; una personalidad que solo está condicionada por las ganas de sentir y transmitir optimismo. Por eso, Ágatha Ruiz de la Prada construye ese universo donde las cosas tienen un aspecto más favorable a través de los colores. Los colores histriónicos son sus principales herramientas de trabajo y a partir de ellos ha creado un 'dress code' propio, inconfundible e inigualable.
Ágatha Ruiz de la Prada en `Wonderland´
En la novela de Lewis Carroll, 'Alicia en el País de las Maravillas', una niña llega hasta un mundo repleto de seres curiosos. Allí, un gato con una sonrisa y unos ojos desmesuradamente grandes le dice a la niña: “Aquí estamos todos locos”. Pues bien, en un paralelismo con el universo creado por Ágatha Ruiz de la Prada el gato diría “aquí estamos todos alegres”. Y es que agatizarse supone sumarse a una corriente de colores vivos y formas sencillas (lunares, corazones, estrellas, nubes, rayas…) que construyen un concepto en el que la moda está al servicio de la mujer y no al revés. En ese sentido, la diseñadora ha afirmado en alguna ocasión que “la ropa te puede hacer feliz o desgraciado”, de ahí que sus propuestas niegan que “para presumir haya que maltratarse”.
Pasado, presente y futuro
Nació en el año 1960 en Madrid. Hija de un arquitecto y una aristócrata, Ágatha Ruiz de la Prada es Marquesa de Castelldosrius y Baronesa de Santa Pau. Siendo grande de España en moda, quiso también serlo por sus títulos aristocráticos familiares y encabezó la petición para modificar la ley que impedía que las mujeres primogénitas heredasen los títulos nobiliarios. Lo consiguió, mostrando una vez más la fuerza de su carácter y determinación.
Con esa determinación cursó sus estudios en la Escuela de Artes y Técnicas de la Moda de Barcelona y tras pasar como aprendiz por el taller del modisto Pepe Rubio, en el año 1981 presentaba su primera colección en público. Un año después abrió su primer local. En un espacio de la calle Marqués de Riscal de Madrid, a caballo entre una tienda y un estudio, Ágatha Ruiz de la Prada daba a conocer su trabajo: la suma de moda y arte.
El resultado ha sido un negocio consolidado gracias al que la diseñadora ha podido dar rienda suelta a su increíble imaginación. La firma Ágatha Ruiz de la Prada se dedica también al diseño de muebles, cascos de motos, utensilios de papelería, velas, vajillas, cosméticos, perfumes, bolsos, gafas, calzado y ropa. Su moda la presenta en las pasarelas de todo el mundo, su arte en galerías nacionales e internacionales.
Respecto al ámbito más personal, la diseñadora es madre de dos hijos: Tristán y Cósima Ramírez Ruiz de la Prada. Cósima es una de las influencers e it girl más activas de nuestro país. Trabaja mano a mano con su madre y maestra. De hecho, está llamada a continuar el legado de color y fantasía positiva y optimista familiar de la firma Ágatha Ruiz de la Prada.
Águeda Isabel Ruiz de la Prada, más conocida como Ágatha Ruiz de la Prada, es sinónimo de creatividad. “Desde pequeña me tomé el traje y el diseño como un trabajo, nunca como un juego”, ha afirmado en ocasiones esta diseñadora. Cuenta que la hache de su nombre (el que, por cierto, le resulta “una cursilada”) viene del mismo momento en el que aprendió a escribirlo.