Victoria's Secret, la marca de lencería que nació de la timidez de un hombre
La timidez de su creador dio como resultado una de las marcas de lencería más prestigiosas del mundo. El cambio de propietario en 1982 traería como resultado las alas de sus ángeles
Victoria's Secret es una de las marcas de lencería más conocidas. Sus desfiles anuales con sus modelos con alas de ángel son todo un referente de esta firma. La lencería sugerente es su principal producto. Su fundador Roy Raymond creó esta empresa como solución a un problema personal (y absurdo hoy en día). A mediados del siglo XX, para un hombre era muy complicado encontrar lencería sexy. Pero no solo eso, comprarla también era un obstáculo. Debemos recordar que antes la ropa interior se vendía en grandes almacenes y la mayoría de las prendas íntimas eran bastante similares. Además, cuando era un hombre el que iba a comprar este producto podía sentirse observado por los dependientes y el resto de la clientela. Esto hacía muy difícil que el sector masculino se acercara a adquirir este tipo de artículos.
Una boutique de lencería sexy
Es en ese momento cuando se da cuenta de la existencia de un nicho de mercado que hasta entonces no había sido explotado: aquellos hombres que deseaban comprar ropa íntima bonita y elegante a una mujer, pero que no lo hacían porque les daba vergüenza que los vieran adquiriendo semejante artículo. Así que decidió crear una boutique de lencería elegante y sexy, lejos de los grandes almacenes donde todo el mundo se quedaba mirándole (a veces incluso mal).
Un crédito y dinero familiar permitió a Roy Raymon conseguir los 80.000 dólares que necesitaba para abrir su primera tienda de Victoria's Secret en 1977. Estaba ubicada en Palo Alto (California, Estados Unidos) y su nombre hacía honor tanto a la Reina Victoria como a la decoración de esa primera tienda que estaba inspirada en una habitación victoriana.
Enseguida el negocio floreció y en menos de cinco años ya tenía otros tres locales más. También poseía cinco almacenes, un catálogo de 42 páginas de lencería y unos ingresos de cerca de seis millones de dólares al año. Sin embargo, en 1982 su decisión de vender la empresa a Leslie Wexler, de The Limited, fue el peor error de su vida. El fundador de Victoria's Secret quería probar en otro tipo de negocios, pero todos ellos fueron un rotundo fracaso y, como consecuencia, cayó en la bancarrota. Mientras esto sucedía, aquella primera empresa de lencería seguía creciendo de una forma imparable. Esto llevó a Raymon a suicidarse desde el puente Golden Gate de San Francisco.
La era Wexler
Como hemos mencionado, Wexler tomaría las riendas de esa boutique de lencería y la transformaría por completo. Este le daría un enfoque más europeo a la idea original, así como un enfoque más centrado en las mujeres, prometiéndoles glamour y exclusividad. Esta sería la base que hizo que en pocos años el número de tiendas se elevara a 600 y sus ingresos llegaran a los 1.000 millones de dólares al año.
Además, la marca también se llevó a centros comerciales y comenzó a vender otros productos como zapatos, perfume y más prendas. Otras decisiones que han hecho popular a esta marca es la contratación de top models para sus campañas publicitarias y sus famosos desfiles. A comienzos de la década de los 90 los ingresos anuales alcanzaban ya el 1.000 millones de dólares.
Los ángeles de Victoria's Secret
Si hay un elemento que hace inconfundible a Victoria's Secret son sus desfiles. Cada año levantan una gran expectación entre el público. Lo más característico, además de la propia lencería, son las alas que portan las modelos. Desde 1994, se viene usando este accesorio. Surgió como una forma de promocionar la línea “Ángeles”.
Pero se siguen empleando en los desfiles de esta firma. Las alas pueden ser doradas, blancas o de colores. Sin embargo, no todas las modelos de esta marca usan dichas alas. Además, sólo unas pocas elegidas participan en uno de los desfiles de moda más famosos y esperados de todo el mundo.
Victoria's Secret es una de las marcas de lencería más conocidas. Sus desfiles anuales con sus modelos con alas de ángel son todo un referente de esta firma. La lencería sugerente es su principal producto. Su fundador Roy Raymond creó esta empresa como solución a un problema personal (y absurdo hoy en día). A mediados del siglo XX, para un hombre era muy complicado encontrar lencería sexy. Pero no solo eso, comprarla también era un obstáculo. Debemos recordar que antes la ropa interior se vendía en grandes almacenes y la mayoría de las prendas íntimas eran bastante similares. Además, cuando era un hombre el que iba a comprar este producto podía sentirse observado por los dependientes y el resto de la clientela. Esto hacía muy difícil que el sector masculino se acercara a adquirir este tipo de artículos.
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